Gustavo Cevallos, Roberto Olmedo y Francisco Pinto. Foto: EL COMERCIO
¿Qué comen los ecuatorianos que están ganando todo en la montaña?, le preguntaron a Francisco Pinto, quiteño que alcanzó el segundo lugar en La Misión, una ultra maratón de 160 km.
El domingo pasado, el ingeniero automotriz de 31 años cruzó la meta después de cubrir esa distancia, que es algo así como ir desde el norte de Quito hasta Baños, en 30 horas y 14 minutos. Cuando lo consiguió, lo esperaban Gustavo Cevallos y Roberto Olmedo, quienes también lograron el podio de la prueba realizada en la Patagonia, Argentina.
Cevallos ganó el reto de 160 km. Olmedo fue segundo en 80 km. En la meta, jubilosos y con lágrimas, los tres celebraron la victoria cobijados con una bandera ecuatoriana.
En la décima edición de La Misión, Cevallos se impuso con 28 horas y 10 minutos. Él puede realizar una proeza de esa magnitud, sin detenerse para dormir, porque se ha preparado durante los últimos cuatro años.
Él es parte de un proceso, pues empezó con carreras de menor distancia y fue preparando su cuerpo para retos más extremos. Además, desde la adolescencia ha estado en constante contacto con las montañas.
Cevallos entrena a un grupo de corredores de montaña y quiere que sigan el proceso.
Olmedo, ingeniero agrónomo, quiere aprovechar su momento para afianzarse en pruebas de largo aliento. El quiteño se ubicó segundo lugar en la 80K, distancia que corrió por primera vez.
Testimonios
‘No somos unos superhéroes’
Gonzalo Cevallos. Primero en 160 kilómetros
El momento más difícil fue cuando me perdí antes del km 20. En la largada, no quería ponerme en la punta porque esa ansiedad de ir primero carcome. Además estaban corredores con más experiencia. Después de la primera montaña me detuve a tomar agua y los punteros se fueron. Al km 50 le alcancé al quinto y en el 60 me di cuenta que podía llegar al podio. Faltaban 100 km. Me ubiqué segundo. No gané La Misión por ser el más rápido, sino porque supe administrar las fuerzas. Comí y me hidraté a tiempo. Debemos tener los pies en la tierra, no somos unos superhéroes.
Roberto Olmedo. Segundo en 80 kilómetros
Mi reto inicial era finalizar la carrera, porque era mi primera experiencia en 80 km. Pero ya en la Patagonia, me di cuenta que la mayoría estaba a mi nivel. Partí pensando ubicarme entre los 10 primeros. A la mitad de la prueba me dijeron que iba sexto y todo cambió. Al km. 60 estaba segundo y empecé a sentir presión. Nunca antes había estado adelante. Regresaba a ver. Todo lo que estaba viviendo era nuevo. Logré tranquilizarme y me empezó a ir mejor. Creo que los ecuatorianos, con tantas montañas que tenemos, somos fuertes para subir. Al llegar, fue hermoso.
Francisco Pinto. Segundo en 160 kilómetros
Gonzalo Calisto, con quien me entreno, me metió el ‘bichito’ de probarme en esta carrera porque él sabe que los retos duros, con climas fuertes, son lo mío. Salimos al mediodía y fue difícil al inicio por el sol. En el kilómetro 60 me encontraba entre los 30 primeros. Entre las 21:00 y las 06:00, cuando salió el primer rayo de sol, me coloqué tercero. Fue Increíble. No dormí, no descansé, la idea era avanzar. Enterarme que Gustavo iba primero y que el brasileño (quien estaba segundo), se encontraba agotado, me ayudó a romper esa barrera psicológica que yo tenía.