Luego de que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) denunciara que cada habitante de la Tierra desperdicia en promedio casi 300 kilos de alimentos por año, en el mundo aparecieron más datos al respecto.
Otros informes señalan que cada año se pierden 1 300 millones de toneladas de alimentos cada año. El costo económico de este despilfarro suma USD 750 000 millones, solo en gastos por productos agrícolas. Son recursos perdidos, emisiones de gases de efecto invernadero lanzados a la atmósfera en vano. Y lo más grave: la FAO reporta que a diario “una de cada siete personas en el planeta va a la cama sin haber comido nada”.
Según datos de la FAO, cada habitante de la Tierra desperdicia en promedio unos 280 kilos de alimentos, mientras que al mismo tiempo 842 millones –de los estimados 7 000 millones de habitantes del planeta– pasan hambre a diario.
El director general de la organización, José Graziano da Silva, precisó que la pérdida de alimentos se produce sobre todo en las granjas, durante el procesamiento, transporte y almacenamiento”, y además por una falta de regulación, lo que socava también la seguridad alimentaria.
En Ecuador no hay datos claros de la pérdida de comida. Pero la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (2012) da una pauta de consumo. En promedio, los ecuatorianos gastan USD 585 millones en alimentos y bebidas no alcohólicas cada mes (pan y cereales en mayor cantidad). ¿Cuánto se desecha?
Tampoco existen estadísticas exactas. Pero, por ejemplo, el Ministerio del Ambiente contabiliza 4, 6 millones de toneladas métricas de desechos cada año a escala nacional. De ese total, por lo menos el 60% corresponde a los desechos orgánicos (residuos de alimentos).