Andrés Meneses (izq.), Claudia Oxman y el guía del lugar recorren la comuna, de suelos áridos y agrestes. Foto: Patricio Ramos/ EL COMERCIO
No importa si el día está soleado o fresco. En la comuna Agua Blanca siempre se pueden conocer sitios llenos de historia, paisajes pintorescos, abundante flora y fauna en entretenidas caminatas o en bicicleta.
Agua Blanca está en el Parque Nacional Machalilla, del cantón Puerto López, en el suroeste de Manabí. La aldea -de topografía irregular- fue un asentamiento de la Cultura Manteña y se ubica en el valle del río Buenavista.
El cauce del río, hoy seco por el prolongado verano, serpentea el poblado, formando sinuosos acantilados por esta reserva arqueológica, a 5 kilómetros de la vía costanera.
Los vestigios del señorío Manteño están presentes en dos sitios de urnas fúnebres, un museo, un lago de aguas sulfurosas y, sobre todo, en sus habitantes: tez canela, narices aguileñas y baja estatura.
Una carretera en perfecto estado facilita el ingreso en vehículo o en bicicleta. Siempre tiene visitantes. Durante un recorrido, 25 estudiantes del Colegio La Condamine de Quito llegaron para aprender.
Elena Abad, profesora de español, comentó que el propósito de la visita es que los estudiantes conozcan -en el sitio- cómo se desarrolló la Cultura Manteña, porque en el pénsum de estudios se alternan la teoría y la práctica.
En una amplia explanada se ubican las casas donde viven 70 familias. Desde ahí, los 25 guías de la comuna dan a conocer toda la aldea al visitante. La chilena Claudia Oxman y el peruano Andrés Meneses arribaron en bicicleta. Agua Blanca es uno de los sitios que siempre quisieron conocer y era una parada obligatoria en su recorrido hasta Montañita, su destino final.
El lago, de aguas sulfurosas, es uno de los atractivos de la comuna, luego de caminar o pasear en bicicleta. Foto: Patricio Ramos/ EL COMERCIO
Las caminatas permiten al visitante conocer palmo a palmo este territorio, caminando o en la bicicleta. Cuando el día está fresco, el trayecto es muy agradable. Después de conocer los entierros fúnebres de sitio, una multiplicidad de senderos lleva hacia la zona verde de la aldea ancestral.
Ahí la vegetación es abundante, gracias al agua sulfurosa que proviene de una laguna que está en la zona más baja. El estanque se forma por una vertiente subterránea, que podría ser de un volcán, cuenta el guía nativo Carlos Maldonado. Sobre los árboles de cerezo, ceibos y nim se aprecia el vuelo de los tucanes, negros finos, cheos y hasta -de vez en cuando- de las garzas.
Los monos aulladores, venados y osos hormigueros son más visibles en el bosque húmedo de San Sebastián, a tres horas de
Montañita, el paraíso del surf y la diversión
Los monos aulladores, venados y osos hormigueros son más visibles en el bosque húmedo de San Sebastián, a tres horas de Agua Blanca.
Después de las caminatas o de paseos en bicicleta es necesario hacer una parada en el lago de agua sulfurosa.
Los guías recomiendan aplicarse una mascarilla de lodo, que es extraído del lago, ya que le atribuyen propiedades naturales favorables para curar afecciones de la piel.
Después de dos horas de caminata y 120 minutos más en el lago se retorna hacia la zona poblada de la aldea. Una visita al museo y al centro de venta de artesanías termina la aventura por la reserva arqueológica.
El ingreso y las actividades
Los visitantes pagan USD 3 para ingresar a la reserva. Ese rubro se usa en el mantenimiento del lugar.
La alimentación y hospedaje están en Puerto López. Hay habitaciones desde USD 10 con servicios básicos.
Las carreteras a Puerto López desde Santa Elena, Portoviejo y Manta están en perfecto estado para circular.
El Parque Machalilla ofrece actividades en al área marina, como prácticas de buceo de superficie.