Gonzalo Ruiz Álvarez
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Amó la vida aun en la certeza de la muerte. Esta semana se fue Manuel Chiriboga. Su vida y su muerte fueron testimonio de entereza.
Historia conocida es la de su larga lucha contra esa enfermedad que a muchos vence y contra los que seres ejemplares dan una batalla sin cuartel. El cáncer le ganó la partida el 12 de agosto.
Manuel tuvo el valor de anunciarlo en su última columna que publicó el 13 de julio en diario El Universo, que conmovió y le generó más respeto y admiración que aquel que había recogido en su prolífica vida.
Académico y sociólogo, fue hombre que amó al campo, entendió a la tierra y supo dar lectura a su sabiduría para volcarla en su compromiso. La tierra y la gente de la tierra fueron su razón de ser social.
Su claridad de ideas lo llevó, sin duda, a asumir el reto de conformar la mesa Agrícola en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que resultaron frustradas y que cerraron oportunidades para el Ecuador ante el gigante mercado norteamericano, el principal socio comercial del Ecuador.
Recuerdo su paciencia y constancia para acudir a las entrevistas de televisión. En ellas explicaba, como un sabio maestro, los detalles del proceso, las virtudes, las dificultades que habría que vencer y los riesgos. Ponía con certeza en la balanza los pros y contras sin pasión ni rodeos.
Durante todos estos años fue invitado a decenas de entrevistas y paneles para hablar del campo, de la producción de alimentos, de las energías alternativas y de comercio exterior, su última y más reciente pasión en la conciencia del potencial del Ecuador para exportar al mundo y procurar bienestar a distintas capas de la sociedad, especialmente a las más necesitadas.
Solamente cuando los largos, agobiantes y demoledores tratamientos contra el cáncer se lo impedían Manuel se excusaba de acudir a la citas periodísticas.
En el año 2007, convocados por el PNUD, de Naciones Unidas y la Fundación Carter un grupo de ecuatorianos y colombianos de distintas disciplinas y visiones diversas conformamos el Grupo de Diálogo Binacional Ecuador – Colombia. La experiencia fue magnífica, quizá de las más enriquecedoras para muchos y la ocasión de conocer gente de alto nivel y talento, preciosa.
Manuel enriqueció, con su ponderada palabra y profunda y clara mirada, las charlas y debates cuando la ya tremenda enfermedad se lo permitió.
Ese grupo, desde distintos paises, le hizo llegar su solidaridad en los últimos días , debió darle fuerza por la unidad que él motivó.
El 21 de abril fue protagonista del programa El Personaje, de EcuadoRadio en Radio Quito y Platinum. Quedó Manuel pintado de cuerpo entero. Lo comentó con alegría.
La entrevista final a Radio Quito la dio por teléfono hace menos de un mes sin rehuir, ni por su drama personal, el comentar lo positivo del acuerdo con la Unión Europea.
Manuel sembró sabiduría y cosechó respeto y admiración. Nos queda su ejemplo.