El proceso de inscripción de los partidos y movimientos políticos, marcado por el escándalo de las afiliaciones fraudulentas, y las reformas al Código de la Democracia, para cambiar el método de asignación de escaños para estas elecciones son dos de los hechos que marcan un retroceso en el sistema democrático del país. Así lo asegura la organización internacional Freedom House.
En su reporte sobre la situación de las libertades y la democracia en el mundo, presentado ayer, este organismo con sede en EE.UU. señaló que Ecuador, Paraguay y Surinam tuvieron una caída en su situación democrática, dentro del conjunto de América Latina. Ecuador pasó de tener dos puntos en derechos civiles y político a tres, que representa una escala inferior.
En la valoración que realizó la organización se tomaron en cuenta todos los sucesos ocurridos durante el 2012 en un total de 195 estados que fueron analizados. Según el reporte, 90 países pueden ser considerados libres en la actualidad. Esta cifra demuestra una mejoría respecto al 2011, cuando los estados libres eran 87.
Ecuador aparece en la lista como “parcialmente libre” en derechos civiles y políticos, entre los que está la libertad de expresión.
Precisamente, este ha sido uno de los temas que la entidad criticó duramente durante el año pasado. En febrero del 2012, Freedom House manifestó su preocupación por la sentencia dictada en contra de diario El Universo, que condenó a sus directivos a tres años de prisión y a pagar USD 40 millones como indemnización por una supuesta injuria en contra del Primer Mandatario.
Incluso, delegados de esa organización se reunieron con una delegación del Gobierno ecuatoriano, en la que participó la embajadora de Ecuador en EE.UU., Nathalie Cely; el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado; y el entonces secretario particular del Presidente, Gustavo Jalkh. La cita se produjo en las oficinas de Freedom House en Washington.
Ahora, la organización nuevamente prende las alertas sobre la situación de Ecuador, incluyendo en su supuesto deterioro institucional, estos dos nuevos hechos. Su balance cobra importancia porque tanto la crisis en la reinscripción de las fuerzas políticas como los cambios al método de asignación de escaños fueron la antesala del actual proceso electoral.
En cuanto al primer tema, el CNE decidió revisar nuevamente las firmas que ya habían entregado los partidos y movimientos y que fueron aceptadas por la autoridad electoral. Todas estas tiendas, con excepción del oficialismo, cuestionó la validez jurídica de la medida.La Fiscalía tiene en sus manos dar con el fondo de este delito.
Mientras que el debate sobre el método D’hondt, impuesto por el Gobierno a través de un veto, fue llevado por las fuerzas políticas opositoras a la Corte Constitucional, alegando que ese mismo tribunal, en el 2004, ya lo declaró inválido. No obstante, la Corte desestimó estos argumentos.
Para Freedom House, esta reforma vía veto “favoreció al poder”. Su tesis es ratificada por el ex presidente electoral, Carlos Aguinaga, porque el método D’hondt tiende a favorecer a las mayorías. En cambio, el ex consejero Fausto Camacho pone distancias de ese comentario: “no se perjudicará al sistema democrático porque igual ganará el que más votos tenga”. “La aplanadora PSC-DP del pasado cuestiona ahora un método que ella misma lo aprobó.
En el ranking de América del Sur, Ecuador tiene la misma valoración (3) que países como Colombia, Bolivia y Paraguay, distante de Chile, Brasil y Uruguay.
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