La reunión anual de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) terminó ayer, en la ciudad mexicana de Cancún, con un acuerdo de ampliar el capital del banco de USD 100 000 millones a USD 170 000 millones.
Sin embargo, esta decisión generó decepción entre varios de los miembros del organismo, que consideraron que eso será insuficiente para enfrentar las necesidades de la región y que en breve se tendrá que volver a debatir sobre una nueva capitalización.
“Para los próximos tres años esto está resuelto. Pero la demanda crece y no descarto que en cuatro años se vuelva a hablar de un nuevo aumento de capital” , dijo Paulo Bernardo, ministro de Planificación de Brasil, país que aporta 10% de las acciones del BID.
“Nos deja un sabor amargo porque si bien es un aumento importante que permite duplicar la capacidad prestable del banco, no es de la dimensión que Argentina y otros países aspiraban”, manifestó Amado Boudou, ministro de Economía argentino.
El acuerdo permitirá al organismo mantener un nivel de préstamos del orden de los USD 12 000 millones. Como contrapartida, los países deberán aportar en esa capitalización según sus porcentajes de participación dentro del organismo. Ese desembolso se estaba determinando ayer en Cancún, según un vocero del BID en Ecuador. EE.UU. es el principal accionista con el 30%.
En el caso ecuatoriano, según el ex ministro de Finanzas del país, Fausto Ortiz, quien participó en su momento en la capitalización del Fondo Monetario Internacional (FMI), “dado el tamaño del Ecuador, no creo que sea un desembolso importante. En el FMI nuestra participación era una muy pequeña y no afectó económicamente al país”.
La también ex ministra de Finanzas, Magdalena Barreiro, añade que la capitalización del BID se quedó corta, ya que “requiere otro monto igual”.
Por su parte, otro ex ministro de Finanzas, Mauricio Pozo, explica que “nuestra presencia en el BID es marginal, tal como ocurre en el FMI y en el Banco Mundial. Quizá se tendrá que dar algún tipo de aporte, pero nada relevante”.
No obstante, según la página web del BID, Ecuador tiene una participación del 3,53% de las acciones. De ajustarse el porcentaje a la capitalización, el país debería desembolsar unos USD 240 millones. Aunque solo se le exigiría un mínimo en efectivo. En 2006, se le exigió USD 24,9 millones.
Para Pozo, a lo que sí hay que ponerle atención es al hecho de que el BID nos está prestando para proyectos específicos, no hay créditos de libre disponibilidad”.
Precisamente, sobre ese financiamiento, la ministra de Finanzas, María Elsa Viteri, concretó ayer un préstamo con la Corporación Andina de Fomento (CAF), por 550. La funcionaria debe cubrir un déficit de USD 4 124 millones y, hasta ahora había logrado obtener USD 450 millones, también de la CAF y del BID, para proyectos sociales específicos