El dolor en los dientes es una patología muy común y que erróneamente se asocia a problemas de caries. La solución puede ser sencilla siempre y cuando no este avanzado el problema.
Cuando una persona come algo caliente o prueba una bebida fría, es muy probable que sienta un dolor en los dientes. El primer diagnóstico puede ser una caerie, pero en ocasiones los especialistas lo califican como “sensibilidad dentaria”.
Según un estudio realizado en 2013, en Chile una de cada dos personas mayores de 18 años sufre de esta patología, que se caracteriza por un dolor agudo y breve de la dentina, la capa ubicada debajo del esmalte del diente y donde hay terminaciones nerviosas.
El odontólogo Daniel Pupkin explicó que la sensibilidad dentaria tiene varias causas, de las cuales la más común es el cepillado traumático. “Personas a las que nunca le enseñaron cómo cepillarse (…) o que tienden a pensar que mientras más duro el cepillo, más limpia. Y un cepillo duro sin una buena técnica de cepillado lo único que va a generar es un daño en las encías”.
Otro segundo factor asociado a esta patología es el famoso bruxismo o hábito de apretar y rechinar los dientes, el que provoca un recogimiento de la encía. “Cuando las personas sobre fuerzan la mordida o la masticación, se genera un problema en donde se inflaman los ligamentos que van alrededor de la raíz del diente, provocando que se recoja la encía”.
“Si no es tratado, se empiezan a exponer los cuellos de las raíces de los dientes, que carecen de esmalte y tienen las terminaciones nerviosas a flor de piel”, continuó el especialista.
La ingesta de alimentos muy ácidos es un tercer factor que también incide en la sensibilidad dentaria. Estos provocan una pérdida de esmalte y hacen que la dentina quede expuesta. Así, los dientes comienzan a reaccionar a diversos estímulos, que se pueden clasificar en:
- Térmicos, como el frío y el calor.
- Osmóticos, como lo dulce y lo ácido.
- Químicos, que se originan en los tratamientos de blanqueamiento dental.
- Evaporación o aire, que ocurren cuando ingresa aire muy frío por la boca.
- Táctiles, es decir, cuando el diente molesta sólo con tocarlo.
Daniel Pupkin afirmó también que la sensibilidad dentaria es una patología multietárea, es decir, que se puede dar a cualquier edad. Además, generalmente se produce más en las piezas posteriores, es decir, en las muelas, lo que al final se traduce en dificultades para la vida diaria ya que, en lugar de consultar, las personas que la sufren comienzan a evitarlos estímulos que le causan las molestias.
El odontólogo insistió en que ante la sospecha de padecer de sensibilidad dentaria, lo más apropiado es ser evaluado por un especialista para determinar el grado de avance que tiene la patología.
De esta manera, si ésta ha generado un compromiso importante de los dientes, lo más recomendado es realizar un tratamiento con sellantes o resinas que liberan flúor y protegen los cuellos de las piezas dentarias. “Evitan las sensibilidades porque generan una aislación térmica y eléctrica”, dijo Pupkin.
Por otro lado, si el problema no es tan grave, es posible solucionarlo con el uso de pastas de dientes especialmente elaboradas para tratar la sensibilidad dentaria.
“Generan un bloqueo de las terminaciones nerviosas, obliteran los tubos dentinarios que son por donde va la parte nerviosa del diente, generando un bloqueo de la sensibilidad”, explicó.