La pasión por las aves de metal

Los aficionados pasan varias horas en busca de la foto ideal. En la imagen, un avión A-319.

Los aficionados pasan varias horas en busca de la foto ideal. En la imagen, un avión A-319.

Ecuador es uno de los mejores sitios para el ‘birdwatching’, una actividad en la que aficionados a las aves esperan mucho tiempo en silencio para capturar en su cámara a las especies y formar, poco a poco, una suerte de álbum de colección.

Pero hay quienes no buscan pájaros, sino máquinas voladoras. Tan solo con escuchar su sonido a lo lejos, pueden identificar qué motor o qué nave están cruzando el cielo. Se los conoce como ‘spotters’, que significa ‘observadores’.

Y eso hacen: encuentran el lugar ideal, miran atentamente y disparan en ráfaga, con el objetivo de capturar ese segundo en el que el avión de sus sueños pasa delante de sus ojos.
Para ser un ‘spotter’ no hay edad ni género.

Es un arte que se cultiva desde la niñez, que pasa de padres a hijas y de madres a hijos, de tíos a sobrinos, o es una complicidad entre hermanos. Esta pasión hizo que se fundara la Ecuador Aviation Photography, una plataforma que los vincula y promueve esta actividad. 


Más de 20 ‘spotters’ fueron invitados al aeropuerto de Quito, para tener un poco más cerca al objeto de su deseo. Este trabajo fotográfico no quiso buscar a los aviones sino las expresiones de sus cazadores, que en esa ocasión estuvieron nueve horas tras la foto perfecta.

Los aficionados pasan varias horas en busca de la foto ideal. En la imagen, un avión A-319.

Sandro Rota (primero en la fila) es el director de Ecuador Aviation Photography.

César Badilla llegó desde Costa Rica para el evento de los ‘spotters’ en Quito.

Los ‘spotters’ en la aproximación sur de la pista 36 de la zona de seguridad.

Se utilizan lentes que permitan obtener detalles de las naves. Aquí, un Nikon 500.

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