En lugar de gritar, o usar silbatos, las personas levantaban las manos y con las palmas abiertas, las agitaban. Fue una marcha silenciosa. Unas mil personas caminaron desde el Parque Julio Andrade, ubicado en la Veintimilla y 10 de Agosto, en el centro-norte de Quito, hasta el edificio del Gobierno Provincial de Pichincha, frente a La Alameda, en el centro de la ciudad. Lo hicieron con un solo objetivo: reivindicar los derechos de las personas con discapacidad basándose en los principios de igualdad y justicia.