El fútbol español discute medidas de prevención por el covid-19 para el posible regreso de los clubes españoles a los entrenamientos. Según la cadena Cope, lo que llegó a manos de algunos clubes, no de todos, es un borrador en análisis. Allí se plantea la realización de pruebas de covid-19 a todos los jugadores, cuerpo técnico, familiares y a cualquier persona que conviva con los futbolistas.
Una niña envuelta en un sudario blanco yace en una esquina del cementerio de la isla griega de Mitilene. Se ahogó el 20 de septiembre y no se encontró a su familia. Unos voluntarios la acompañan en el final de un viaje que debía llevarla al norte de Europa.
“El Aid al Adha era el momento más importante y feliz para mi familia. Ya no lo es”, afirma Cecilia tapándose la cara con las manos mientras su hermano la consuela. Están en un campo croata, de camino a Europa occidental.
Cuatro estados de la Unión Europea (UE), República Checa, Hungría, Rumanía y Eslovaquia, encabezan la ruptura del bloque entre el este y el oeste después de votar en contra de un controvertido acuerdo adoptado el martes para repartir a 120 000 refugiados.
¡Por fin! Ahmad y Alia consiguieron llegar a Alemania con su bebé de cuatro meses. Atrás quedan las calamidades vividas por este joven matrimonio iraquí que lo vendió todo para huir de las bombas. Esta es su historia.
Los conflictos armados y la inestabilidad política que expulsan a cientos de miles de refugiados a Europa se originaron en gran parte en las intervenciones militares que Estados Unidos y sus aliados protagonizaron para generar un cambio de régimen en Afganistán, Iraq, Libia y Siria, entre otros.
Al otro lado del teléfono, se oye la voz angustiada de una mujer, atrapada en un islote griego sin agua ni comida. Desde Estrasburgo, en el este de Francia, Hatem Gheribi le contesta. Hoy se encarga de atender las llamadas para la red de ayuda a los migrantes “Watch the Med”.
¿Son “inmigrantes”, “refugiados” o “clandestinos” ? ¿Puede hablarse de “crisis migratoria” ante la llegada a Europa de miles de hombres, mujeres y niños que huyen de las guerras, las persecuciones o la miseria en Oriente Medio o África? La elección de las palabras no es neutra.
Los países de la UE, confrontados a la peor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial, recurren a medidas desesperadas en un intento de frenar la avalancha de migrantes sin que por el momento se vislumbre una solución.
Junto a sus dos hijos, Duaa, una refugiada siria de 22 años, cuenta nerviosa las horas que faltan para embarcar en Bodrum, Turquía, rumbo a Grecia. Una vez en Europa, espera rehacer la vida de su familia, lejos de los horrores de la guerra. “Mi marido está discutiendo con un hombre, al cual le pagamos USD 1 200 por persona” para hacer la travesía del mar Egeo, cuenta Duaa. “Tenemos miedo de que tome el dinero y desaparezca”, dice Duaa, refiriéndose al traficante que les propuso llevarlos a Kos, la isla griega más cercana, a apenas 5 kilómetros, a bordo de una lancha neumática. El traficante les dio cita a las once de la noche y desde entonces Duaa no deja de contar las horas. Como ella, miles de afganos, sirios y africanos intentan aprovechar el verano para franquear la corta distancia que separa Europa de las las costas turcas. Estos migrantes deben recurrir a traficantes que coordinan toda la operación, desde la compra de las lanchas en Estambul o Esmirna hasta el transporte en taxi
Los ricos también lloran pero no siempre tienen tiempo para buscar pareja. Al frente de una agencia ultraselecta, Inga Verbeeck se jacta de resolverles ese problema. “No se puede inventar el amor, pero se pueden crear oportunidades para que florezca”, explica esta belga de 36 años que codirige Berkeley International, agencia que se ha especializado en uniones entre solteros acaudalados. “Todos nuestros clientes son gente exitosa en la vida, pero tienen agendas demasiado cargadas como para dedicarse a los encuentros amorosos”, agrega. Sin contar a los que temen ser queridos por la billetera más que por el corazón que late detrás. En un salón del lujoso hotel Bristol en el que recibe clientes cuando se encuentra de paso en París, la mujer rememora la trayectoria excepcional que la condujo a ejercer su peculiar profesión. Debutó en el periodismo deportivo, en la especialidad náutica, para distintas revistas. Luego una década en el comercio del acero para la empresa de su padre. “Viajé por