La ciudad inicia un nuevo año tapando huecos como medida de emergencia. No solo me refiero a los cráteres que cubren nuestras calles y que, esos sí, afectan a todos sin distinción de clase social, preferencia política o religiosa. Ante el claro descenso de popularidad del Municipio no les quedó más que inventar un plan que solo demuestra falta de planificación. Un plan emergente, no integral, ante algo que debe realizarse constantemente para no llegar a situaciones extremas. Pronto será indispensable otra respuesta similar con la misma urgencia. ¿Veremos el día de la despolitización del Municipio, cuando quienes entran continúen con lo probado y se dediquen a mejorar lo que falta? ¿Llegará el día en que los ciudadanos y sus necesidades, no la ideología, sean prioridad?
Rodar por la ciudad es una difícil carrera de obstáculos. Interesante saber cuántos accidentes se han dado y cuantificar la pérdida económica que afecta a todos, gracias al descuido de un tema que debería ser prioritario para el Gobierno más cercano a los ciudadanos, las vías de comunicación urbana. No olvidemos que por otra medida emergente, sin estudios ni planificación suficiente, el pico y placa, no disminuyeron los atrancones. Sumemos el tiempo perdido, que vale oro, convirtiéndolo en dinero y asegurémonos que el nuevo plan, no sea otra manera de tapar huecos. Exijamos estudios a largo plazo. Recordemos, que por el inexistente control policial, no sólo hay que esquivar buses descontrolados y contaminantes, taxistas que paran sobre cruces peatonales, particulares a exceso de velocidad. Sumemos a lo anterior el peligro de parar en un semáforo por la alta inseguridad. Multipliquemos el riesgo de todo lo anterior junto a tener que esquivar huecos, baches y cráteres y el resultado es claro y habla por sí solo.
Los próximos seis meses serán insoportables por el plan de bacheo y repavimentación que se ha implementado de emergencia, como respuesta a la crítica y queja constante de la ciudadanía, cuando este trabajo debería ser realizado durante todo el año en todo el Distrito Metropolitano. Seguro, como es costumbre, se llevará a cabo en horas pico y no en las nocturnas, como en toda ciudad moderna, conscientes de los inconvenientes extras que incomodarán a todos. Dirán que es para abaratar el proceso, pero y ¿qué resulta del costo para los ciudadanos? Irán de aquí para allá, así lo han anunciado, tratando de demostrar a todos que se está trabajando, pero probando técnicamente que no hay planificación. Quedarán los desniveles que matan llantas, las alcantarillas resultarán aún más profundas y, el golpe de la caída, demostrará la teoría de que tapar huecos no basta en ningún ámbito de la ciudad.