¿Y qué relación tiene la mundialmente conocida, poderosa y a veces polémica empresa petrolera holandés-inglesa Shell con el famoso pero ya viejito y gastado club Aucas de Quito? Mucho. La Royal Dutch Shell -más conocida en el Ecuador y en el mundo como “la Shell”- fundó el club Aucas el 6 de febrero de 1945. Un equipazo que ese año se proclamó campeón de Pichincha, repitiendo nada menos que en 1946, 1947, 1948 y 1949. Cinco coronas consecutivas hasta que en 1950, en medio de la sorpresa general, perdió el título a manos del Deportivo Quito, que por entonces se llamaba Argentina.
¿Qué hacía por estas tierras ecuatorianas la Shell, conocida como una de las cuatro mayores empresas petroleras del mundo? Nacida allá por 1907, fruto de una alianza entre Holanda y el Reino Unido para enfrentar a la gigante Standard Oil de los gringos Rockefeller, la Shell firmó un contrato con el Ecuador en 1938 para buscar petróleo. Bien, pero ¿en qué zona del Ecuador? Ojo: en la zona del Yasuní, tanto que Tiputini fue su primera perforación.
La presencia de la Shell fue un suceso en el pobretón Ecuador de la época. Claro, surgió la expectativa de que el país se consolide como petrolero. Porque, realmente, el primer pozo productivo fue festejado en Santa Elena, Guayas, el 5 de noviembre de 1911, por acción de una empresa inglesa, la Anglo Ecuadorian Oilfields. Calidad pero no cantidad fue la característica del oro negro peninsular.
La Shell llegó con fama y realizó varias perforaciones en la Amazonía ecuatoriana, sin llegar al triunfo que se esperaba. ¿Qué pasó? ¿Por qué no halló? En vez de informar sobre algún suceso petrolero, ese día de 1945 anunció la conformación de un club de fútbol, repleto de figuras y con los colores rojo y amarillo de la empresa . Con el sugestivo nombre de “Aucas”, en homenaje a los aborígenes que varias veces les enfrentaron con sus lanzas en la Amazonía ecuatoriana.
El “papá” Aucas -como llegó a llamarse un día- surgió entre aplausos, como una potencia del fútbol quiteño, con varios de los cracks que se iniciaron en 1938, jugando en una selección militar que impulsó Galo Plaza cuando fue ministro de Defensa y luego se convirtió en el club Titán, que mandó al olvido a los excampeones pichinchanos Gimnástico y Gladiador. Todo un equipo de entusiastas dirigentes dio vida al elenco auquista, entre ellos el holandés Federicus Hulswit y los ecuatorianos Jaime del Castillo -futuro alcalde de Quito-, Pancho López y Guillermo Alarcón. Muchas jornadas históricas del fútbol quiteño contribuyeron al ascenso del ídolo, pese a que la Shell se fue en el año 48 sin petróleo. Un equipo clásico fue Armando Zurita, en el arco; Bermeo y el negrito Angulo: Luis Torres, Carlos Garnica y Eloy Mejía; Luis Montenegro (Víctor Cevallos), César Garnica (autor del garnicazo), Guillermo Gavilanes, Pedro Acevedo y Gonzalo Pozo, Pocito, crack que es el único sobreviviente.