En reiteradas oportunidades se ha señalado que las declaraciones y pronunciamientos del presidente Lenín Moreno en el campo político y económico son mensajes favorables. Ha abierto canales de comunicación con varios sectores y se ha mostrado sensible a escuchar denotando algo valioso en un político: no creerse dueño de la verdad. Adicionalmente a los anuncios ha tomado acciones concretas aunque aún falte mucho por hacer. El tema de desnudar los actos de corrupción está todavía en pañales así como el deshacerse de algunas malas compañías.
En el terreno económico, en cambio, las acciones concretas no se han adoptado.
Se ha insistido en la necesidad de un programa que señale el rumbo de la política económica por lo siguientes 4 años. Es urgente que el país, los inversionistas, los empresarios grandes y chicos, la ciudadanía y el concierto internacional sepan a qué atenerse y puedan decidir. El tiempo de analizar y diagnosticar debe tener un plazo perentorio cercano. Los fans del gobierno anterior estarían esperando señalar al nuevo gobernante sus errores, sean o no originados en la década pasada. Por esa razón, cada día que pasa se consume capital político para demostrar la mala conducción económica pasada.
Ya se pueden adelantar algunas acciones. Contrate una auditoría internacional que revise las cifras macroeconómicas, requisito básico para saber el terreno que estamos pisando. Ese trabajo lo podrían realizar las instituciones multilaterales de crédito sin costo alguno. Corrija o elimine las leyes de plusvalía y herencia que tiene paralizada la construcción en los últimos 2 años. Derogue el anticipo del impuesto a la renta y anuncie una reducción gradual o total del impuesto a la salida de divisas. Inicie gestiones con los Estados Unidos para buscar un acuerdo comercial. Publique en la página web del Ministerio de Economía los contratos de deuda pública con la China y Tailandia por las ventas anticipadas de petróleo. Ya han dicho que van reducir el gasto público, anuncio necesario y urgente pero señale aunque sea en grandes rubros los egresos que se van a eliminar y los proyectos que pasarían al sector privado.
Señor Presidente, me atrevería a decir que el país entero quiere ayudarle y desea que a Usted le vaya bien, pues ese será el rédito para el Ecuador, hayamos sido opositores o no.
Si debe alejarse de algunos por el bien de país, el tiempo le reconocerá sus decisiones aunque en el corto plazo le critiquen. En política las cosas pueden negociarse y transarse, en economía los problemas se acumulan y las correcciones son más costosas mientras más se demoren. Los recursos económicos son finitos, cada fin de mes hay que pagar sueldos, atender bienes y servicios y honrar la deuda pública y el mantenimiento de la obra pública. La oportunidad es fundamental.