El anuncio que desde octubre Ecuador reducirá un porcentaje de las salavaguardias a 1 784 productos importados es un espaldarazo al acuerdo comercial que el país quiere concretar este año con la Unión Europea (UE).
Sin duda, con esa resolución del Comité de Comercio Exterior se allana el camino para que el objetivo de ser socios comerciales del mercado europeo se logre hasta diciembre.
Pero esta noticia no es del agrado de muchos empresarios en el Ecuador, que ya realizaron importaciones con las salvaguardias vigentes hasta antes del anuncio de esta semana. El Gobierno había dicho que no se iba a desmontar esta medida hasta el próximo año y por eso ellos se abastecieron de productos con mayores precios, para reponer su inventario de cara a un mayor período de ventas, por la época de Navidad y de fin de año. ¿Se piensa en una medida estatal para quienes ya han importado, no se vean perjudicados? Al menos, por ahora, no existe un pronunciamiento oficial de las autoridades.
Las salvaguardias encarecen los productos, eso resta liquidez y se contrae el consumo. Por eso, no solo quienes importaron productos con precios más altos resultan afectados. Los que terminan asimilando todo son los consumidores. Al final, ellos tienen dos opciones: o pagar más o restringirse en sus gastos; con la consecuente caída en las ventas y la contracción de la economía.
Hace poco, las autoridades tributarias destacaban como positivo que la recaudación del impuesto al valor agregado (IVA) aumentó en agosto, gracias -entre otras cosas- al incremento de dos puntos y también, porque el consumidor “una vez que el Gobierno anunció que las salvaguardias se mantendrían por un año más, la gente comenzó otra vez a provisionarse”.
Tanto empresarios como consumidores asimilaron el anuncio del Ejecutivo; se resignaron y compraron con precios más altos. Al menos los importadores presionan a través de sus gremios y pueden lograr compensaciones. ¿Quién responde por el consumidor?