El siglo XX comenzó con estabilidad política, después de la crisis concluida con la muerte de Alfaro en enero de 1911. Se abrió un período constitucional desde septiembre de 1912 a 1916 con Leonidas Plaza Gutiérrez; luego Alfredo Baquerizo Moreno 1916-1920, y concluyó con José Luis Tamayo, hasta el golpe militar de 1925. A los 23 años de este período normal de sucesión democrática, se abrió otro espacio para fortalecerlo, y fue abierto por Galo Plaza Lasso en 1948 hasta 1952, continúa con José María Velasco Ibarra 1952-1956, luego alterna con su ministro de Gobierno Camilo Ponce Enríquez, 1956-1960, para retornar al populismo velasquista en 1960 hasta noviembre-61 que asume su vicepresidente Carlos Julio Arosemena Monroy hasta el golpe militar de 1963.
Hay que dar relieve a este segundo período estable por casi 15 años, en el cual a través del ejercicio de la libertad de prensa, se expresó la opinión crítica a los gobiernos de turno. Comenzó a circular la revista Vistazo; y desde 1949 en Guayaquil, apareció “Comentarios del momento”, semanario que patrocinó el movimiento CFP-Concentración de Fuerzas Populares liderado por Carlos Guevara Moreno, exministro velasquista. Fue clausurada por el gobierno de Plaza, y su líder estuvo en prisión por más de un año en 1950, para después ganar la Alcaldía de Guayaquil. Luego de una década, aparecieron revistas como “La Calle” dirigida por Alejandro Carrión Aguirre, y “La Mañana” con la factura del periodista Pedro Jorge Vera. Posteriormente, en 1976, circuló otra con el nombre de “Nueva”, hasta terminar el siglo XX.
Desde el 2006, surgió “Vanguardia”, una revista apropiada para expresar opiniones críticas, no solamente del ejercicio del poder, sino de hechos sociales, así como difundir los elementos que comentan hechos de otros países latinoamericanos, de Europa y del mundo. Amenazada desde el actual poder populista, dejó de circular en julio del 2013, con un aporte cercano a los 400 números. En este 2014, desapareció el diario “Hoy”; y las opiniones de sus columnistas, así como la palabra del Nobel de literatura Mario Vargas Llosa, ya no aportan ideas para un análisis ponderado de nuestra política interna, y del necesario conocimiento de lo que acontece en todo el mundo, a través de sus grandes escenarios geográficos y culturales.
Estos espacios de la prensa libre están amenazados seriamente desde la proclama, hace 8 años, de que existe una “prensa corrupta” que continuará reduciéndose hasta mayo 2017 por efecto del partido único que reclama una prensa sometida, y lo hará, en forma vitalicia, al violar el art. 144, inc. 2º; esto es, haber gobernado casi 11 años, si en dos años y medio no es vencido por dos factores: 1º. La crisis económica aguda del 2015 y 2016 por efecto del bajo precio del petróleo, agravada por la voluminosa carga de la alta burocracia y los subsidios excesivos; y 2º. Por pérdida de respaldo popular en las elecciones de febrero 2017.