El moderno ordenamiento jurídico de la comunidad internacional es un fenómeno característico del siglo XX, que se inició con la creación de la Sociedad de Naciones (1919) y prosiguió con la fundación de su sucesora, la ONU (1945), para mantener la paz y la seguridad internacionales, así como fomentar las relaciones de amistad y cooperación entre los Estados miembros. Esta estructura de carácter universal admite la existencia de acuerdos u organismos regionales, animados de los mismos objetivos, siempre que sus actividades sean compatibles con los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
En ese contexto vale la pena recordar que la Organización de Estados Americanos (OEA) es la entidad regional más antigua del mundo, porque sus raíces surgieron en el siglo XIX, como concreción del pensamiento político del Libertador Bolívar, quien promovió la reunión del Congreso Anfictiónico de Panamá, en 1826. El Sistema Interamericano se institucionalizó a partir de la I Conferencia Internacional Americana, celebrada en Washington (1890) por invitación de los Estados Unidos. La Carta de la OEA se aprobó en la Conferencia de Bogotá en 1948.
En el escenario internacional han proliferado tanto las organizaciones de diversa índole que se ha creado una suerte de catálogo de siglas. Los países latinoamericanos forman parte de organizaciones universales y regionales. En el afán compartido de impulsar procesos de integración se han instituido, desde la década de los sesenta, entidades subregionales, inspiradas en el modelo europeo, que han tenido diversa fortuna, entre otras razones por asimetrías estructurales o polarizaciones políticas. Instituciones de reciente creación son, por ejemplo, la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la Alba, por iniciativa de Brasil y Venezuela, en el orden indicado.
El tratado fundacional de Unasur se suscribió en Brasilia en mayo de 2008, pero de los 12 países miembros solo lo han ratificado 4, y se requieren 9 para su entrada en vigor. Ecuador ejerce la presidencia temporal. Todavía no se elige al Secretario General. Se espera que las acciones futuras de Unasur culminen con su consolidación.
El grupo conocido como Alba es muy activo y tiene una fuerte carga ideológica.
Se habla de la creación de una OEA sin Estados Unidos ni Canadá, idea esta que germinó en el período de la Guerra Fría, por razones ideológicas. Tengo dudas sobre la viabilidad de este proyecto, porque el fondo de la cuestión no está en la exclusión de esos dos importantes Estados sino en la capacidad latinoamericana de fortalecer su cohesión en torno a objetivos comunes, para potenciar su relación con los grandes centros de poder. Sería simplemente otra comunidad regional.