La transparencia política y los datos abiertos como una política pública necesitan un ingrediente activo para lograr un cambio social que atempere la desigualdad en América Latina: la participación de la ciudadanía, coincidieron especialistas regionales consultados por IPS.
Ese es el eslabón que enlaza los datos abiertos con la transformación de la sociedad y democratiza el acceso a derechos y oportunidades, dijeron activistas y representantes gubernamentales que trabajan para democratizar el acceso a la información y los procesos públicos en la región.
Durante el Encuentro Regional de las Américas de la Alianza para el Gobierno Abierto, en San José de Costa Rica, expertos en transparencia martillaron una idea una y otra vez: solo la ciudadanía empoderada podrá transformar la información pura en una mejor democracia. “Solo abrir un dato nunca cambió la realidad de nadie, ni redujo la brecha de desigualdad. Solo abrir un dato por sí mismo no hace eso. Milagros no hay”, explicó a IPS el coordinador de la Iniciativa Latinoamericana de Datos Abiertos, Fabrizio Scrollini.
Lo que sí acontece, dijo, “es que con determinada política hay un set de acciones paralelas que pueden ser grandes facilitadores de estos procesos de empoderamiento” de las sociedades regionales. Scrollini insiste en que la integración de la ciudadanía permite convertir un simple avance tecnológico, como podría ser una plataforma o un sitio de información estatal, en una herramienta de cambio social. El cambio se construye desde la base y con la gente, aseguró.Pone como ejemplo el proyecto uruguayo Por mi Barrio, que permite a los habitantes de la capital Montevideo reportar incidentes en su comunidad, desde baches y pilas de basura hasta problemas de alumbrado público, y ser recibidos inmediatamente por la administración de la ciudad.
Para lograr esto, el gobierno municipal permitió por primera vez a los desarrolladores, un grupo de la sociedad civil, integrarse a su sistema informático.
“Acerca el gobierno a todos los sectores de la población. Estamos haciendo talleres en todos los barrios para poder informar”, señaló a IPS el uruguayo Fernando Uval.
El énfasis “se pone especialmente en los que menos acceso tienen a la tecnología, para que puedan reportar problemas de su barrio y mejorar su condición de vida”, explicó este representante de la organización Datos Abiertos, Transparencia y Acceso a la Información (DATA), impulsora de Por mi Barrio.
La clave, dicen los expertos, está en hacer de los datos abiertos y las políticas públicas de transparencia un medio para lograr cambio social, y no un fin por sí mismos.
Además, si existiera abierta toda la información en tiempo real, las políticas públicas y la respuesta de la ciudadanía ante la problemática social podrían ser más acertadas.
IPS