Han transcurrido casi tres meses del anuncio que hizo Estados Unidos de restablecer relaciones diplomáticas con el gobierno socialista cubano de los hermanos Castro, que ya celebró el 56 aniversario de la caída de la dictadura militar de Fulgencio Batista del 1 de enero de 1959, día en que llegó a La Habana, con overol militar, el abogado y comandante de la guerrilla triunfante, Fidel Castro de 32 años.
Desde esa marcha de vencedores, por 50 años fue gobernante directo, hasta que designó como sucesor a su hermano Raúl. Ese régimen contactó de inmediato con la Unión Soviética para recibir apoyo ideológico, pues estaba incólume el Partido Comunista en el control del poder, aunque Stalin había muerto en 1953. América Latina quedó absorta; columnistas, intelectuales y la opinión pública de los Estados Unidos apoyaron al nuevo gobierno, pero en pocos meses intuyeron que no se iba a organizar una democracia.
Poco a poco se proclamó la “primera dictadura del proletariado”, a pocas millas del imperialismo. Hace dos años se abrió la posibilidad de inversiones en la economía estatizada cubana; sin embargo, no se ha producido el necesario complemento, que constituye la liberación, progresiva siquiera, del número desconocido de presos políticos. Peor aún, se puede pensar en un desmontaje del control total del pensamiento libre. El flujo de las voces opositoras continúa detenido, como lo denuncian los dos millones de exiliados en Estados Unidos, especialmente en Miami. Se ha hecho difícil,además, que se abran las fuentes productivas privadas ante la rígida economía estatizada, que tiene niveles salariales de 30 dólares mensuales, y sin el apoyo de Rusia desde 1990; y peor aún cuando Venezuela afronta una dura crisis económica. Recordemos que Hugo Chávez hace 18 años tomó como inspiración de su gobierno a Cuba, y la entrega diaria de petróleo ha sido factor decisorio para que superviva esa dictadura.
El supuesto bloqueo-embargo de Estados Unidos no es sino el justificativo para ocultar el irrespeto a los derechos humanos y la absorción de la soberanía del pueblo por una asamblea de fieles al sistema opresor. Ese país es el 4º socio comercial, luego de España, China y Venezuela, países que cubren el 45% de las importaciones; a pesar de que se hallan abiertas las posibilidades para inversiones externas, solo de sociedades, no de personas nadie lo hace; porque se reserva el derecho de que el personal sea contratado a través del Estado. Sin embargo, una empresa brasileña está construyendo en Mariel un puerto de zona franca para el comercio de empresas extranjeras.
Desde EE.UU., según Habana Consulting Group, en el 2013 las remesas familiares a Cuba ascendieron a 2,7 mil millones, y desde Canadá y Europa llegaron 2,2 millones; aunque el turismo se halla restringido. Asimismo, con moneda dura se puede adquirir cualquier producto estadounidense. Tal vez está demás abrir las relaciones diplomáticas que ningúnefecto tendrán ante la falta de libertades que continuará intacta.
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