Desde hace miles de años, en la incipiente incidencia que tuvieron los núcleos humanos para la formación de los hogares como centros familiares, surgió el matriarcado, un nominativo que ubicó a la mujer como el primer poder social-familiar. Por eso, la primera proyección social que estuvo bajo su responsabilidad lleva implícita la misión de perpetuar la especie humana cuando se hizo madre, y las minorías que no llegaron a ese destino final, se quedaron situadas como complemento necesario del hombre.
Ella ha ocupado siempre, el primer plano en muchas sociedades humanas de cualquier país del mundo. El hombre, en cambio, está en un lugar secundario; sin embargo de ser quien asumió la responsabilidad de fecundarla. Así, cada sexo cumplió una función específica. Pero también hay que puntualizar que desde aquellos orígenes estuvo vigente la inhibición sexual que seguramente impidió cumplir este objetivo fundamental.
Por eso, desde los albores de la humanidad la mujer fue el centro de la vida, y el cimiento para la formación de todas las culturas, a excepción de algunos países, a la par que impregnó su huella en varias religiones que se formaron y hasta ahora subsisten.
En el mundo occidental, ha sido tan fuerte la influencia del sitial que llegó a formarse en el entorno de la mujer, que hasta podríamos reconocer la existencia de un poder femenino, que ha estado siempre latente a lo largo y ancho del mundo.
Históricamente, la imagen femenina ha estado gravitando en el poder político, y en las civilizaciones del ubicado como Oriente Medio, y más concretamente en la época que Egipto estuvo conquistado por el emperador romano Julio César, encontró a Cleopatra en la cúspide de ese poder político. Y se transformó esa operación bélica de guerra por los acuerdos que hace el amor. Pocos meses antes, ella mandó a asesinar a su hermano menor Ptolomeo Nestor con quien compartía el Gobierno.
En la India, país vecino a la China continental, gigante en territorio y también en población, más de una década ocupó el poder político una mujer que lideraba a ese pueblo, Indira Gandhi.
En Israel, Golda Meir tuvo casi una década de dominio político, y también ejerció el poder. Más cercana a nuestra América está Hillary Clinton, la más popular para gobernar Estados Unidos si vence en las elecciones de noviembre de este año.
Por todas estas cortas alusiones, se situó el 8 de marzo como Día internacional de la Mujer, para rendirle homenaje, así como también se hizo con otro día de febrero para celebrar el amor, porque igualmente ocupa la mayor dimensión al dar cobertura a los sentimientos colectivos de los seres humanos.