Ni siquiera pasó un mes desde que más de 700 migrantes africanos perdieron la vida en el intento de llegar a las costas de Italia y los medios de comunicación ya se olvidaron de la isla de Sicilia, la principal puerta de entrada de la inmigración a Europa, en el sur de Italia.
Sin embargo, la corriente migratoria no cesó desde entonces. El 3 de este mes, 300 personas llegaron al puerto de Augusta, en la provincia siciliana de Siracusa, y entre ellos estaban Ahmed, de 19 años, y Mohamed, de 22.
Ambos son oriundos de Somalia, pero se conocieron en Libia, donde trabajaron durante varios meses con el fin de ahorrar el dinero suficiente para pagarles a los contrabandistas responsables del tráfico de migrantes en el mar Mediterráneo.
Ahmed y Mohamed ahora están alojados en uno de los centros de primeros auxilios y de recepción de Siracusa, pero no piensan permanecer en Italia por mucho tiempo. Ahmed quiere ir a Bélgica, donde viven algunos de sus familiares, mientras que Mohamed espera llegar a Alemania.
El cruce del Mediterráneo fue aterrador, pero al parecer dejaron sus temores en las costas libias y ahora sus ojos están llenos de esperanza en el futuro.
“La vista del mar desde Libia daba miedo, pero cuando lo miro desde aquí, es hermoso de nuevo”, comenta Ahmed, que espera poder estudiar en Europa y convertirse en médico.
“Ese viaje en barco fue la cosa más difícil que hice en mi vida, pero estoy aquí, estoy bien y las cosas van a mejorar”, expresó Mohamed.
Antes de salir de Libia, Ahmed se enteró de la tragedia de los 700 migrantes que perdieron la vida el 19 de abril cuando naufragó el barco que los trasladaba a Italia, pero eso no impidió que él lo intentara porque, según aseguró, los riesgos son mayores en Somalia que en el mar.
Aunque ya llegaron más de 25 000 inmigrantes a Italia este año, la “temporada de migración” aún no comenzó. Mientras tanto, la Unión Europea (UE) no se decide a responder al pedido de ayuda de los estados del sur de Europa. En la actualidad, la vigilancia en el Mediterráneo se realiza con la Operación Tritón, a cargo de Frontex, la agencia de seguridad fronteriza de la UE cuyo objetivo es disuadir el ingreso de los inmigrantes.
La Operación Tritón reemplazó a la Operación Mare Nostrum, que fue una iniciativa italiana de búsqueda y rescate.
En una cumbre europea extraordinaria sobre la crisis de los refugiados celebrada el 23 de abril, los líderes de la UE acordaron triplicar los fondos para las operaciones de rescate en el Mediterráneo, lo cual dista mucho de ser la “solución europea” al problema migratorio.
“Por supuesto, mayor capacidad, más barcos y detección precoz por vía aérea aumentan la posibilidad de salvar a más personas”, señaló la portavoz de Frontex en Catania, Ewa Moncure, en diálogo con IPS.