¿A los mercados?

El ministro coordinador de Política Económica Patricio Rivera declaró para la prensa internacional que el momento es favorable para un retorno del Ecuador al mercado financiero internacional; que se lo haría por entre USD 500 y USD 1 000 millones en el primer semestre o incluso en el primer trimestre.

Estas declaraciones nos recuerdan el anuncio que hizo exactamente un año atrás el entonces director del Biess Efraín Vieira de una posible colocación de USD 200 millones en bonos respaldados con papeles de empresas privadas en el portafolio del Biess (nuestra columna de febrero 5, 2013).

Desde cierto ángulo, el entorno es favorable. Los bonos globales 2015 cerraron 2012 con un premio de 4,5 puntos y un rendimiento de 7,6%, mientras que al cierre de 2013 se ofertaron con un premio de 6,8 puntos y un rendimiento de 6,0%. Esto se traduce en mayor confianza en el país, y mejores condiciones para una emisión de bonos.

Pero por otra parte, el entorno para los mercados emergentes se deteriora. La reducción en la compra de papeles por parte del Fed de los EE.UU. significa menos liquidez, y las perspectivas de una recuperación de la economía de los EE.UU. acompañada de un alza de las tasas de interés llevan a la salida de dólares de las economías latinoamericanas.

La cotización de los bonos 2015 cae paulatinamente desde principios de noviembre, cuando bajó el precio del petróleo.

En ese contexto, parecería más difícil colocar bonos en el mercado internacional hoy que hace un año. No se comprende por qué no nos apresuramos en emitir los 2013.

Las circunstancias son que a fines del año próximo se vencen los bonos 2015, y el país tendrá que amortizar USD 650 millones. Lo normal es que un país emita bonos para reemplazar los que vencen.

No está muy claro tampoco qué obstáculo para una nueva emisión podrá ser el que haya un grupo de tenedores de bonos que no aceptó el canje en 2008 y exigen se les pague al ciento por ciento.

La moratoria y canje del Ecuador siguió de cerca lo que hizo Kirchner cinco años antes. Paul Singer, notorio inversionista que compra a la baja bonos en moratoria para litigar y obtener una ganancia, mantiene a Buenos Aires en jaque. Una corte de Nueva York, bajo cuya legislación se emitieron los bonos, decidió que Argentina no puede pagar a los bonistas que aceptaron la propuesta de canje, a no ser que pague a la par a los que rehusaron el acuerdo. Quizá ese sea el dolor de cabeza que aqueja a Cristina.

La moratoria ecuatoriana fue por un monto muy inferior a la Argentina, y por lo tanto no dio cabida a que ningún inversionista especulador compre bonos para litigar con el país. Pero hay de por medio tenedores de bonos que reclaman, y esa situación tendría que resolverse antes de una nueva emisión.

No esperemos al 2015.

Suplementos digitales