Por haber vivido parte de mi niñez y juventud en Venezuela por 9 años, me duele y afecta personalmente lo que vive ahora ese país. Ya no puede limitarse el problema a una crisis económica, es bastante más que eso, es una sociedad en descomposición que adolece de una hambruna colectiva con síntomas de iniciar epidemias, sumado todo a un clima de total inseguridad ciudadana con una fuerza pública represiva y violenta, todo cobijado por un gobierno corrupto, indolente, incapaz y con serios cuestionamientos de vinculación con el narcotráfico y la guerrilla.
Esto significa que Venezuela vive todo menos una democracia. Es una dictadura asesina y corrupta que no respeta a nadie. Si a los problemas de la democracia se los debe resolver con más democracia, a los problemas de las dictaduras no se los puede arreglar con mecanismos tradicionales. Desaparecieron las maneras ortodoxas de resolución de controversias. Es necesario actuar como lo hace un cirujano cuando encuentra un tumor maligno. Debe extirpar y sacar el tumor y sus alrededores para evitar que se propague o se repita. Aquí no caben ni cartas, ni reuniones, ni delicadezas. Se necesitan acciones inmediatas ycontundentes. La comunidad internacional debe actuar de forma inmediata, con las medidas que sean necesarias para que ese hermano país inicie una reconstrucción moral, ética, social y económica.
Si Dios no quiera el Ecuador se encontrara en esa situación, no tengo la menor duda que los ciudadanos correctos y decentes que son la mayoría, pedirían a gritos al mundo que actúe y nos ayude. Cada minuto que pierde la comunidad internacional en actuar hay menos venezolanos con vida y más emigrantes desesperados que buscan un pan para sus hijos fuera de las fronteras. Pensar entonces que en ese entorno el Gobierno del Ecuador no adopte una actitud firme y solidaria con un pueblo que sufre la tiranía de un gobierno corrupto como el de Maduro, es inaudito e impresentable. ¿Hasta qué punto puede llegar el extremismo y el fanatismo ideológico de algunas autoridades ecuatorianas que se permiten esconder esa lacerante realidad?
Maduro acaba de anunciar la emisión de una moneda virtual denominada el Petro, la que según esas autoridades se respaldará en las reservas petroleras venezolanas. ¿Quién les dijo que las reservas petroleras van a respaldar la nueva moneda si no lo puede hacer con el Bolívar que se deprecia cada minuto? Es una economía sin tipo de cambio, sin moneda. Van a promover más el trueque, la depreciación cambiaria y la inflación. Le están metiendo un motor turbo a una bicicleta.
A los gobiernos también les dicen “dime con quién andas y te diré quién eres”. Aléjense de Maduro. Y si alguien admira a ese gobierno o al de Cuba que vaya nomás a vivir en esos países y disfrute de libertad y progreso.