Le toca a Portugal
El fin de semana que pasó, a los primeros ministros de la Unión Europea les tocó el rescate de Portugal. La crisis fiscal que empezó en Grecia y siguió por Irlanda ahora afecta a los lusos, y amenaza con contagiar a España, cuya economía es más grande que las tres mencionadas, juntas.
Al origen del problema de los cuatro está la adopción de una moneda cuya cotización no pueden cambiar. Lo cual constituye una advertencia para el Ecuador.
Para los cuatro europeos, la adopción del euro fue ocasión de gran prosperidad; bajó el costo del dinero virtualmente al nivel alemán, y fluyó gran cantidad de inversión para el desarrollo.
Junto a la prosperidad vino el aumento de salarios en términos reales. Los cuatro países acumulan un encarecimiento de alrededor de 20% en relación a Alemania desde la adopción del euro. Resultado: perdieron competitividad. Hoy sus socios del la UE pueden ofrecer virtualmente cualquier producto en mejor calidad y precio, de lo que pueden hacer ellos.
No pueden ajustarse vía cambiaria. Su deuda se torna más costosa, al haberse degradado su calificación de riesgo. Debido a la inflexibilidad de sus mercados laborales, tomará mucho tiempo para que el estancamiento económico haga retroceder los salarios a niveles que les permita recuperar competitividad.
A los cuatro, Alemania y el Fondo Monetario les brindan apoyo financiero, condicionado a la toma de medidas de ajuste.
Este mes, los gobernantes europeos se proponen llegar a un entendimiento: Alemania y los otros países que brindan apoyo financiero, deberán reducir la tasa a la que prestan, y moderar sus requerimientos de ajuste. Los países en dificultades, comprometerse a cumplir con determinados ajustes.
A Grecia se le está pidiendo la restructuración de su deuda interna. Esto significa que el seguro social griego, que le ha prestado al Estado, debe aceptar una importante pérdida de capital, y por lo tanto, habrá una reducción de las prestaciones y jubilaciones.
En Europa se pondrán de acuerdo. Ningún país quiere caerse del euro y pasar a ser paria de los mercados financieros. Alemania y Francia como ya lo dijo Sarkozy, consideran que gracias a la UE, ya son 65 años sin guerra en Europa Occidental.
Ecuador no gozó de un influjo importante de capitales como consecuencia de la dolarización. Pero sí ha procedido a encarecerse en dólares, efecto hoy disimulado por la debilidad del dólar.
En el Ecuador, el IESS no tiene ninguna independencia frente al ejecutivo; le presta incondicionalmente todos los dineros que tiene disponibles. Eso es receta para el desastre.
Si un día, que ojalá nunca llegue, estamos como Grecia o Portugal, por haber dejado crecer excesivamente el gasto público y sacrificado la competitividad, nadie nos va a dar la mano. Es mejor prevenir, que lamentar.