El enunciado del programa de cuatro ejes y catorce medidas presentado por el Presidente Moreno el lunes, está muy lejos del tremendismo neo liberal que se denunciaba que vendría.
La interrogante cuya respuesta se espera es ¿cómo va a ejecutarse ese programa?
El Presidente reiteró que su programa se sustentará en la verdad y en la transparencia, pero aquello no debe ser sólo para su gestión, sino también respecto al pasado. A todo hay que quitarle la reserva o secreto, ahí saltarán más evidencias de corrupción, en el endeudamiento, en el gasto y contratación pública.
A partir de esa transparencia, surge otra obligación: recuperar lo robado y despilfarrado en la década de Correa y en anteriores gobiernos de ser el caso. No hay prescripción ni caducidad alguna, para no intentar esa recuperación.
Y no hay que limitar lo que deba recuperarse al valor de coimas o extorsiones –como indebidamente se hizo en la sentencia contra Glas y otros, por pagos de Odebrecht- sino que debe extenderse a todo el perjuicio que el país haya sufrido, sobre los activos, conocidos o por investigarse, de los infractores.
Casos poco publicitados fueron los de las contrataciones de consultores (as) y “figuras” del exterior –una especie de mercenarios generosamente remunerados- a fin de hacer noticia internacional.
Consultora preferida fue la periodista norteamericana Eva Golinger, quien por años tuvo a cargo la promoción internacional del correato, incluyendo la de Julián Assange, huésped a costos del Ecuador, en la sede diplomática en Londres.
En su momento, se denunció que Golinger, colaboradora del canal ruso Russia Today (RT), con Assange, montaron la agresiva campaña, emitida desde la Embajada del Ecuador en Londres, que Putín impulsó contra la señora Clinton, candidata demócrata.
En esa época, la señora Golinger, para Russia Today, le preguntó al Presidente Correa sobre Trump -EL COMERCIO, octubre 2 del 2016- si era una broma su afirmación de que Donald Trump era la mejor opción para presidente de Estados Unidos, Correa –al mismo tiempo que tuvo frases para la señora Clinton- contestó que para América Latina era mejor que ganara Trump. “¿Cuándo llegaron los gobiernos progresistas al poder, con Obama o con Bush? Era tal el rechazo a las políticas elementales de Bush, que generó toda una reacción en América Latina. Lo mismo generaría Trump”.
Realmente parecía desquiciado Correa, al querer que gane Trump. Ahora, él y la señora Golinger están juntos en Russia Today, medio de penetración del gobernante ruso.
Parte de la ética del poder que los ecuatorianos esperamos del Presidente Moreno será que todos esos ilícitos y derroches –suman miles de millones de dólares- se evidencien.