El viernes pasado, al cierre del plazo fijado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para la inscripción de candidatos, se registraron apenas un total de 26 508 solicitudes. Esta cifra es baja tomando en cuenta que, al haber 12 organizaciones políticas nacionales y 24 provinciales, la expectativa de registro era de 50 000 candidatos.
No obstante, la única organización que ha podido registrarse en todos los distritos electorales es Alianza País. ¿Qué sucedió a la final? ¿Solo el movimiento del Gobierno tiene capacidad de actuar en todo el país? ¿Las otras agrupaciones políticas cargan todavía con la pérdida del anterior proceso electoral, no están suficientemente preparadas, ignoran las nuevas reglas electorales o hicieron todo al último? ¿El CNE tuvo suficiente tiempo como para socializar los requisitos, cronograma y detalles del próximo proceso electoral?
En primer lugar, el alto registro de Alianza País puede responder a varios factores: estaban listos con antelación, muchos actores locales prefieren asegurar su victoria por el endoso de votos que genera Correa, disponen de mayores recursos, tienen el apoyo del aparataje estatal, etc.
En segundo lugar, tengo la impresión que las fuerzas políticas de oposición atraviesan (no todas) por una severa crisis. Esto, en términos de registro de candidatos, se manifiesta de la siguiente manera: desconocen las actuales reglas electorales, hacen todo a último rato, tienen bajos niveles de organización, carecen de propuestas que seduzcan al electorado o no tienen cuadros.
Sin embargo, está crisis no proviene solo del fracaso que tuvo la mayoría en el anterior proceso electoral. Creo que es algo estructural relacionado con el actual sistema electoral. ¿Qué significa esto? Que independientemente de que tengamos ahora nuevos partidos, mejores candidatos, excelentes propuestas, buen conocimiento de la norma electoral, el actual sistema de asignación de escaños y la conformación de distritos electorales premia a las organizaciones políticas que lleguen en primero y segundo lugares. Ellos se quedan con todo.
No sé si esto ha llevado a que a escala local afloren las alianzas y haya un menor número de inscripción de candidatos. Las alianzas evitan la dispersión del voto y fortalece al candidato de la tendencia. En este sentido, la decisión de Creo de no presentar candidatos a la Alcaldía de Quito y Guayaquil puede haber seguido esta lógica. Esto hace que Nebot y Rodas tengan grandes posibilidades de ganar en sus distritos.
En tercer lugar, así como en el anterior proceso electoral generó problemas la recolección de firmas, en esta ocasión la aplicación de nuevas normas y la falta de información pudieron ser un limitante para la participación de agrupaciones de la oposición en las elecciones de febrero. ¿Qué piensa usted al respecto?