En medio de esta apagada campaña por la consulta popular, la polémica se ha convertido en un concurso sobre quién gana con el “sí” o con el “no”. A ratos se ha centrado en un enfrentamiento personal entre el presidente de la República y su antecesor.
Pero, en realidad, hay mucho más que un choque de personalidades.
Aunque parciales y limitadas, están en juego decisiones muy importantes para el país.
Por eso parece esencial que en estos días que restan se debe responder la interrogante: ¿Qué gana la gente si vota sí?
Es decir, qué significa para el ciudadano común la respuesta, cuando no entiende de artículos o incisos constitucionales o simplemente no le importan los políticos.
Sobre la primera pregunta, es fundamental para la gente que si los corruptos no vuelven a las funciones públicas y devuelven lo que se llevaron, habrá más recursos para inversión social. Las universidades tendrán más cupos para que todos los aspirantes ingresen a la carrera que elijan. Habrá más dinero para vivienda y hospitales. La “doctrina” correísta de que el soborno es un asunto privado y no afecta a los bienes públicos, es una mentira pura y dura.
En la segunda pregunta se limita la reelección indefinida, más personas podrán aspirar a ser elegidas para cargos públicos. Nuestros hijos, hermanos, sobre todo los jóvenes, incluso cada votante, podrán ser elegidos, en vez de que vuelvan los mismos. Por eso importa el sí en esta pregunta y no solo para que Correa no vuelva.
Si gana el sí en la tercera pregunta y cambia el “Consejo de Participación Ciudadana”, se investigará a los ladrones de la plata del Estado y se nombrará gente honrada para que ocupen puestos de responsabilidad y se descubra la corrupción. Eso debemos esperar.
En la cuarta pregunta si los autores de crímenes sexuales contra niños, niñas y adolescentes son castigados, habrá más protección para nuestros hijos y hermanos.
Si se restringe la minería metálica en áreas protegidas con el triunfo de la quinta pregunta , no solo se protegerá la naturaleza, sino que se prevendrán desastres y se crearán fuentes de trabajo en otras.
En la sexta pregunta un voto afirmativo permitirá que se elimine lo que se incluyó en la Ley de la “plusvalía”, un adefesio jurídico que nada tiene de justicia social. Así habrá más empleo, no nos cargarán de impuestos y los hijos podrán recibir el fruto del trabajo de sus padres.
Si se amplía la zona intangible del Yasuní y se reduce a la tercera parte de la explotación petrolera en el campo ITT, se respetará a la “Madre Tierra” y se la preservará para el futuro de todos. Por todo ello, aprovechar un espacio de participación y votar sí en la consulta es hacer lo que le conviene a la gente.
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