Hay que reconocer cómo todo resulta en este libro original y muy fuera de serie. Empezando por el dato anecdótico de que fuera escrito hace ya 50 años y circulara mediante copias mimeografiadas, y continuando por la creciente necesidad de obtener su iluminación intelectual, por la circunstancia de la extremada modestia de su autor y por el servicio que ahora mismo puede ofrecer en medio del pantanoso panorama de contradicciones, falsas leyendas, pueriles narraciones y disparatadas consecuencias, que se han manifestado con tanta frecuencia en la época actual.
Se trata de que empeñosamente dos sobrinos del autor –el Dr. Jaime Flor y Rubianes y doña Elsy Santillán Flor– han culminado el proyecto de rescate y de justicia, consistente en imprimir la ‘Historia analítica de la República del Ecuador’, para rendir “homenaje de cariño, gratitud y admiración a nuestro querido tío, quien ha dejado para el Ecuador un legado de cultura jurídica e histórica”. El tío fue el sacerdote jesuita José Joaquín Flor Vásconez, propulsor de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; formador de muchas generaciones de alumnos en colegios y universidades y quien escribió una extensa y medular bibliografía, lamentablemente inédita.
El texto mimeografiado, de idéntica manera a lo que sucedía con los de muchas materias del entonces vigente plan de estudios, era bien conocido por los alumnos de la época y prestó decisivos servicios en el perenne esfuerzo de ilustración del tiempo, pero ahora alcanzada ya la formalidad de la imprenta. Está en capacidad de multiplicar los más beneficiosos resultados en asignatura tan maltratada y distorsionada, como a la que Flor dedicara sus mayores aportes.
El libro se orienta a la fase “republicana”, dentro de la peripecia dramática, contradictoria, dolorosa con frecuencia, repetitiva en momentos de la nacionalidad ecuatoriana. Todo arranca cuando la separación del Distrito del Sur de la Gran Colombia, que soñara el Libertador Simón Bolívar, y justifica bien el apelativo de “analítica”, del título, porque examina las causas con objetividad y plantea juicios atinados sobre las múltiples Cartas Políticas que registra la memoria general. Los juicios están sostenidos por documentos y acontecimientos, y la imparcialidad, requisito primordial del estudio.
Tienen especial valor los capítulos dedicados al vicepresidente Manuel Ascázubi, ordinariamente muy poco conocido, y por supuesto los destinados a José María Urbina, Robles y la desesperada crisis en la que casi naufraga el país, salvado por Gabriel García Moreno. Ilustra el lapso liberal progresista y más tarde la violenta ruptura del gral. Alfaro. Se sigue con la obra de libertad de sufragio, debida a. José María Velasco Ibarra; la breve dictadura del crnel. Carlos Mancheno y culmina con el régimen constitucionalista de Mariano Suárez Veintimilla.