La expresión se la escuché a un taxista partidario del Presidente, meses atrás. En el taxi había colocado, con luces, una foto de Correa con él, y me explicó“esta para mí es una estampita, como la de los santos”; y, siguió relatando “en mi casa, mi abuelo que era velasquista, le colocaba velas al retrato del doctor Velasco Ibarra, y lo tenemos en el mismo altar que los santos, pero mi abuelo nunca tuvo un retrato con él, y yo sí lo tengo con el presidente Correa. También tengo una estampa del loco que ama”. Fe de carbonero que hay que respetar.
Se dice que después de las imágenes de Cristo y de la Virgen María, la más multiplicada es la del Ché Guevara, en la que aparece su rostro con la boina negra mirando a lo lejos. La foto fue tomada por Alberto Díaz (Korda) en 1960, y se la ha reproducido con algunos ajustes. Hay quienes -quizás sin saber que el Che era ateo- también lo velan como a santo.
En su tiempo -y en sus entornos- asimismo las imágenes de Hitler y Mussolini estaban en los hogares de sus seguidores.
Cuando los cónyuges Abdalá Bucaram Pulley y Gabriela Pazmiño entregaron a la prensa la foto de Correa con sus hijos Bucaram Pazmiño, desde el Palacio de Gobierno la información fue que cualquiera que lo visite puede tomarse una foto con el Presidente, que le es entregada a la salida del Palacio. De hecho, se publicitó esa posibilidad, con lo que Correa, además de Presidente, se está convirtiendo en ícono del turismo interno y del receptivo.
La foto más publicitada de los últimos días es la del presidente Correa con el argentino Gastón Duzac, aparentemente en la sala de gabinete del Palacio de Gobierno. Correa expresa -y debería creérsele- que él no conoce a Duzac, ni sabe en qué circunstancia se tomó la foto publicada.
No es creíble que Duzac solo haya querido tener una “estampita” con Correa, cuando está involucrado en evidentes ilícitos, que se multiplican en el crédito por USD 800 000 que Cofiec –entidad bajo control del Estado- le desembolsó el 19 de diciembre del 2011 y que al día siguiente aquél transfirió el dinero supuestamente para comprar las acciones de Scanbuy, Inc., que es la compañía mundial líder en soluciones móviles de códigos bidimensionales y de barras.
Luego entre el 14 y el 21 de febrero del año 2012, Gastón Duzac integró un grupo de “funcionarios de Cancillería, BCE y Ugedep -Fideicomiso No Más Impunidad”, que viajó, para negocios, a Irán y a Rusia, presidido por Pedro Delgado.
Todo esto en un verdadero festín de garantías ofrecidas y compromisos con empresas bajo control del Estado, de lo que ahora se acusa a solo funcionarios tramitadores subalternos y no a los que apadrinaron lo fraudulento de lo actuado.
Ahí no sería de decir, “averigüe Dios y perdone”, sino “averigüe Satanás y lléveselos a quienes debe llevárselos”.