Alexandra Kennedy
akennedy@elcomercio.org
Crisis económica en USA 2008. Desplazamiento de expats por miles. El dinero de la jubilación es insuficiente y con ello la búsqueda de lugares “buenos, bonitos y baratos” en América Latina. Nuevas empresas de marketing de estilo de vida internacional promocionan la movilidad transnacional: “International Living”, “House Hunting International”, entre otros. Empresas de capitalismo liberal extremo, promocionan fuertemente el individualismo; en muchas ocasiones se benefician con la compra anticipada de bienes raíces en el lugar de promoción, comenta el Dr. Matthew Hayes, sociólogo de la Universidad canadiense St. Thomas, estudioso del fenómeno en nuestro país. En la mira: Costa Rica, México, Panamá, Ecuador. No se requiere visa, son países de libre tránsito, no así el país emisor que refuerza sus fronteras cada vez más. Más claro que el agua: continuidades colonialistas y desequilibrios Norte-Sur, falta de reciprocidad. Patético.
El censo del 2010 indica que han llegado 15 000 expats, el número sigue al alza. El lugar más apetecido es Cuenca. Una de aquellas empresas la vende como el Shangri La de Sudamérica. Es el “Sueño andino”. No necesitan tener idioma ni conexiones locales; han logrado constituir guetos muy exitosos, tomarse barrios enteros, uno de los cuales lleva ya el sobrenombre de “Gringolandia”. La segregación es preocupante.Esta población inactiva favorece al sector inmobiliario, hace uso de los servicios y subsidios públicos, se beneficia de los bajos costes de la medicina y los fármacos, del transporte, descuentos de IVA, etc. Algunas pequeñas “empresas” caseras e informales producen para el gusto y requerimientos estadounidenses, no facturan. El patrimonio se transforma en sus entrañas; las casonas del Centro Histórico Patrimonio de la Humanidad son reestructuradas con el fin de hacer de ellas hostales, bares y casas de habitación. Muchos gringos prefieren el Centro, no requieren de automóvil, tienen todo a la mano. La centrificación es un hecho. Curioso, los haitianos, en cambio, ahora necesitan carta de invitación para entrar a nuestro país…
Hasta aquí esta migración de expats, la peruana o la paquistaní, existen en el limbo. Es nuestro deber visibilizar el fenómeno y ser tratado como política pública. Es importante diferenciar el tipo de migración, aquella que viene a terminar sus días, la que busca trabajo, la que además huye de conflictos bélicos fronterizos. La Constitución ecuatoriana favorece y apoya la movilidad humana. ¡Extraordinario! Sin embargo, es crucial que el Gobierno central y los locales estén atentos a las transformaciones que se están dando en términos económicos y culturales y poner un cierto tipo de límites y limitaciones con el fin de que la convivencia no se vuelva un infierno y un nuevo patrón de desequilibrios.