Suceden muchas cosas en el querido Ecuador, pero no cambia el trasfondo. Los pre candidatos para el lejano -y cada día más cercano- 2017 son los mismos. Mientras tanto, aparecieron y no se quieren ir las marchas y contramarchas. Los opositores realizan esfuerzos en pos de que el Jefe no se sienta un Súper durante las sabatinas. Y claro, le hacen tener feas iras pero se calma con su proclama “somos más”. Reconoce que ha cometido errores. Por ejemplo, sostiene que la Constitución de Montecristi debía incluir la “reelección indefinida” y no concederle solo un período y medio extra. Menos mal que alguien inventó las enmiendas.
¿Cómo están las candidaturas? Pues el Jefe Rafael sigue en punta pese a que la última ausencia -combinada con las marchas- le hizo bajar varios y buenos puntos. Pero ya está recuperándose. Con una duda. ¿Aceptaría el Ecuador de buena gana un presidente que dure un período de 14 años, es decir 672 sabatinas? ¿No es una exageración o una imprudencia permanecer cerca de 15 años en Carondelet, con todos los poderes? Nadie se ha dado ese lujo o ese exceso. Ni Velasco Ibarra sumando sus ascensos y sus caídas. Y hay otra duda. La economía no anda bien. Los primeros ocho años fueron un solo goce. Con el barril de oro negro a más de 100 dólares. Como para lucirse y ganar unas 10 elecciones seguidas, que las ganó en honor a la verdad, para pasar lindo y realizar obras -sobre todo viales- que no se las puede negar. Compartiendo las emociones con los cuatro ñaños del trato -Patiño y el resto-, con los 100 asambleístas superhinchas, con una tonelada de ministros y viceministros, con todos ellos en la gloria pero, lamentablemente, con un olvido. Ninguno se acordó del verbo ahorrar. Ahora -cuando joroban las vacas flacas- hay que acudir a los préstamos chinos. Con la circunstancia de que la China comunista y sus millonarios están en problemas y ya no quieren prestar sino cobrar el doble de barriles porque hoy valen la mitad que antes.
Dicen que uno de sus amigazos volvió a insinuar que el Jefe Rafael descanse desde el 2017 hasta el 2021 y luego vuelva fresquito y repasando la economía. Pero ¿quién puede ser otro candidato aliancista en una época de tanta escasez? No hay, es la respuesta de los pesimistas. Pero los optimistas se acuerdan, de pronto, de Lenín el Moreno, quien descansa día y noche en Europa a orillas de un lindo lago, leyendo libros de economía y uno que otro cuento. Cedatos dice que el exvicepresidente conserva su puntaje y puede ganarle hoy al exbanquero Guillermo Lasso. ¿Y Jorge Glass? Never, porque todavía no presenta ni un quintal de matriz productiva. ¿Doña Gabriela? Muy joven y hay que esperar que se gradúe de doctora. El panorama opositor no es muy grato que digamos. Lasso trabaja más que en el banco pero le faltan unos milloncitos de carisma. Varios hinchas miran con expectativa a Nebot, pero el ‘Cachorro’ dice que no está para trotes presidenciales. ¿Qué aconsejaría usted, amigo lector, en estas emocionantes circunstancias?
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