Han transcurrido 56 años, casi tres generaciones, desde que asumió el poder Fidel Castro, quien avanza hacia los 89 años de edad, y por eso, su hermano Raúl ejerce el poder dictatorial en sucesión familiar. El pueblo cubano se ha empobrecido más en esta época que comenzó el 1 de enero de 1959, y desde aquellos años se ha culpado a los Estados Unidos, de ser en gran medida el causante de esa situación. Pero la realidad demuestra que al implantarse un nuevo sistema económico de propiedad estatal, y la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, millares de cubanos opuestos a la vivencia dentro de una sociedad comunista huían a Miami desde 1962, porque no aceptaron integrarse a una sociedad modelada al estilo de la Unión Soviética gobernada por Stalin durante más de 30 años.
La prueba está en que actualmente continúa vigente un salario de alrededor de USD 30 mensuales, en razón de que la economía privada que crea riqueza fue liquidada, comenzando por la incautación de empresas con capitales estadounidenses. Toda la economía pasó a control del Estado, y ante el fracaso notorio, más aún cuando en 1989 se desintegró el bloque comunista europeo, hace unos cinco años ha intentado el castrismo reabrirla a un ritmo muy lento.
Desde el punto de vista religioso, al seguir ese camino soviético-comunista, las nuevas generaciones fueron educadas en el marxismo-leninismo-castrismo, y paralelamente se aplicó aquel membrete de que “la religión es el opio de los pueblos”, porque la educación en tiempos de Stalin, y de quienes lo sustituyeron en el ejercicio de ese poder, crearon cátedras de ateísmo. En Cuba, durante estos años, el fruto ha sido que la población católica se ha reducido al 45%, por lo cual la visita papal de Francisco tuvo el objetivo de volver a evangelizar, para que concurran más fieles a los oficios religiosos. Por eso, ya declaró el actual gobernante Raúl Castro que tal vez se convierta desde el ateísmo a la religión.
La realidad social cubana en el 2015 es, por tanto, el fruto de la mezcla de las doctrinas marxistas-estalinistas y fidelistas contra el catolicismo. Este camino restaurador de la religión católica todavía es incierto, sin embargo de que constituye la única y segura tabla para soportar la pobreza, a través de la fe religiosa apoyada en el Dios-Jesucristo.
Por último, para asegurar la presencia del Papa, que daría un firme espaldarazo al Gobierno comunista, este indultó a 3 522 prisioneros en varias cárceles sin que consten periodistas ni blogueros, lo cual demostraba que ese necesario cambio de la rígida política interna en torno a los DD.HH. y al respeto a los derechos de libertad de expresión y de información quedó igualmente restringida. Por su parte, Reporteros sin Fronteras denunció las mordazas a medios de comunicación, detenciones de periodistas e incautación de sus informes.