Dos proyectos de ley prioritarios para el Gobierno de Ecuador, los de Comunicación y Educación Superior, no pudieron ser votados , develando que el presidente Rafael Correa perdió la mayoría parlamentaria de la que gozó desde 2007. Tampoco la oposición las tiene todas consigo.
“Era previsible que tarde o temprano Correa perdiese a sus aliados”, dijo a IPS el politólogo Jorge León, del no gubernamental Centro para la Investigación y el Desarrollo de los Movimientos Sociales del Ecuador. “Ecuador es un país en que tradicionalmente no hay mayorías legislativas”, recordó.
Con su movimiento centro-izquierdista Alianza País, su capacidad de comunicación y sus promesas de cambio, Correa logró más de 80 por ciento de la votación para convocar la Asamblea Constituyente en 2007, tres meses después de asumir el gobierno. Pero en las elecciones de 2009 solo obtuvo 53 de los 124 escaños que conforman la unicameral Asamblea. A pesar de ello, al bloque legislativo del Gobierno se sumaron unos 20 representantes más, con lo cual Correa gobernó hasta mayo sin contratiempos. Entre sus aliados estaban 12 legisladores miembros de partidos y movimientos provinciales o regionales, cinco socialistas e incluso, en ciertas votaciones, tres legisladores del PRE.
Estas alianzas “no eran una garantía, sobre todo visto el personaje”, dijo León, en referencia a “la intemperancia y la actitud de iluminado por Dios” del mandatario.
“Me temo que ni Correa ni los dirigentes de Alianza País se han dado cuenta de que la situación cambió”, sostuvo, por su parte, Simón Pachano, profesor de ciencias políticas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). “Ahora los legisladores de los otros partidos se dan cuenta de su peso, y han empezado a exigir concesiones, a lo que Correa no está acostumbrado”.
Las leyes de Comunicación y de Educación Superior, dificultosamente elaboradas a lo largo de 10 meses en comisiones legislativas dominadas por el oficialismo, se presentaron el jueves 8 y el martes 13 para segundo y definitivo debate, levantando discusiones tan agudas e inmanejables, que el presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero, prefirió clausurar las sesiones.
Ambos proyectos han despertado polémica, se les critica de ser centralistas, crear organismos controladores dependientes del Poder Ejecutivo y establecer regímenes drásticos de sanciones.
“El Gobierno tiene que habituarse a gobernar sin mayoría. Y para ello la actitud de Correa debe ser diferente de la actual: tiene que abrirse a las negociaciones y lograr consensos”, comentó León. Pero Pachano advirtió, que en vez de tejer acuerdos transparentes con otros grupos políticos, se llegue a “componendas por debajo de la mesa, ejercitando la corrupción política o económica”.