En esta última década, cuando llegó al poder político el populismo correísta, se culminó con la derrota de lo que fue bautizada como “la partidocracia”, y este nominativo lo recibió el pluripartidismo que sustentó y fue la esencia de la democracia ecuatoriana.
El difundir postulados que han tenido fundamento en una teoría política nacida del pensamiento europeo, cuya máxima expresión fueron los partidos social-demócratas que cumplieron la misión trascendente de luchar de forma abierta contra el nacional-socialismo impulsado por Adolfo Hitler en Alemania, y también en ese mismo tiempo con el desvío aventurero-sindical de Benito Mussolini en Italia. Las nuevas doctrinas políticas que se difundieron para anticipar el peligro del estalinismo que surgía en Rusia como vertiente desviada del comunismo ortodoxo.A partir de esa época, en Europa del Este advino una falsa interpretación del nominativo marxismo-leninismo, doctrina que llevaba los nombres de sus creadores y difusores: Carlos Marx y Vladimir Illich Ulianov, más conocido por su pseudónimo de Lenin. Esto produjo una “desnutrición ideológica” que desvió sus fuentes doctrinarias, hacia estados de anemia o desnutrición doctrinaria que castró su desarrollo en las sociedades de aquellos países: Rusia, Alemania e Italia; y se extendió a las vecinas naciones limítrofes que confundieron y frustraron sus destinos siguiendo ese camino, hasta sufrir y presenciar el colapso comunista en 1990 desde Rusia a los países europeos que cayeron en esa influencia, que llegó a ser armada como sucedió desde 1956 en Checoslovaquia, Hungría y Yugoslavia, al situar tropas rusas en esas soberanías disminuidas en su independencia, que lesionaron gravemente a sus pueblos.
Al producirse aquel desvío de sus fuentes doctrinarias a la toma del poder vitalicio de Stalin por más de 30 años y de luchar contra el hitlerismo apoderado de Alemania desde 1923, esos hechos políticos condujeron, en 1939, a la Segunda Guerra Mundial que terminó en 1945. En la vieja Europa, ya se comprobaron que las doctrinas que surgieron con los partidos social-demócratas al impedir su crecimiento, condujeron al desastre bélico mundial que creó el frente de países aliados: EE.UU., Inglaterra y Francia, para luchar y vencer al peligro de la expansión nazi en dicho continente. Se había producido una verdadera desnutrición ideológica que dio paso a esas dos modalidades populistas frustrantes del desarrollo, al impedir su práctica, en el seno de esas sociedades europeas que requerían de una vigencia plena de los principios democráticos surgidos en el seno popular de aquellas naciones. En forma lamentable, se trasladaron a algunos países de América Latina, donde todavía surgen caudillos que siguen esos ejemplos populistas de opresión de largos años o vitalicias, como sucede en Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Ecuador.