Tuvo que haber sido como un temblor. Yo me imagino que no solo había aplausos, sino incluso zapateos de felicidad. Los medios de comunicación reportaron que el lunes 31 de octubre, cuando por mayoría los delegados de la Unesco aceptaron la membrecía de Palestina en el organismo un estruendo de felicidad explotó en la sala.
Poco después yo montaba bicicleta con la radio en mis audífonos. “Debido al voto de la Unesco incorporando a Palestina como miembro, los EE.UU. suspenderán sus aportes al organismo”; me desconcentré, casi me salto un semáforo y terminé recibiendo las señas gentiles de una señora frenética y pitona.
Correlativamente inverso al ruido de celebración fue el silencio que impuso la portavoz de la secretaria de Estado de los EE.UU., Victoria Nuland, cuando anunció que la decisión le costaría al organismo 22% de su presupuesto. No siendo esta la primera vez que este país utiliza sus aportes como palanca para influir en una decisión de la Unesco. En los años setenta, utilizaron la misma herramienta en el sentido inverso, como una amenaza para que el organismo acepte a Israel como miembro.
La Unesco tiene por objeto contribuir a la paz al promover colaboración internacional en temas de educación, ciencia y cultura. Realizan campañas de alfabetización, promueven la libertad de prensa, apoyan la preservación de sitios históricos; y los EE.UU. piensan que la membrecía de Palestina en ese organismo obstruye la paz (¡!).
Pero dejando de lado la cuestión de si esta presencia en ese organismo aporta o no al proceso de paz; es alucinante que se condicione el voto de los países con amenazas de financiación. ¿No es el sistema de votos mayoritario un mecanismo democrático, que debería encantar a la nación que promociona la democracia? Parte de ese sistema es que las partes acepten las decisiones del colectivo, ¿no?
Ah, pero hay que ser comprensivos y entender los matices y la letra pequeña del paquete democrático que debemos aceptar. Se trata de la democracia del Viejo Oeste; votamos, pero con el más fuerte con pistola en mano.
Ahora cualquier otra agencia que se plantee dicha incorporación deberá también considerar el descalabro financiero que esta ley de los EE.UU. implica. Los medios reportan que la tensión ya recorre otras agencias; no soy muy optimista que las decisiones de los delegados sean un reflejo fiel de sus posiciones.
Hoy es viernes, y en la rutina laboral se tiene tendencia a exagerar la alegría del fin de semana. Les propongo un video que modere nuestros ánimos fiesteros, se trata del video del anuncio del recorte de fondos y las tensas preguntas que siguieron (https://www.reuters.com/article/2011/10/31/us-palestinians-unesco-usa-funding-idUSTRE79U5ED20111031).