Llegaron a mi correo divertidas ‘Curiosidades del idioma español’, uno de esos trabajos de los cuales un profesor inteligente diría que requirió más de asentaderas que de cerebro.
Cuentas y cuentos sobre palabras, todos cabales, menos el que afirmaba, como dato de fino catador, que ‘la palabra arte es masculina en singular y femenina en plural’. Una amiga, entre otras, al compartir estas ‘curiosidades’, añadía triunfante: ‘el investigador no se dio cuenta de que aula, agua, hacha, alma, ansia, y muchas otras son también masculinas en singular y femeninas en plural’.
Pero ni ella ni el de las sacrificadas asentaderas tenían razón.
Arte es de género ambiguo, y lleva en singular el artículo el para evitar cacofonía (diga usted la arte, y oiga cómo chirría)… Las palabras enumeradas y otras más son femeninas en singular y plural. Para evitar el mal sonido de la aula, la alma, la agua, los fonetistas, según el uso de intuitivos hablantes comunes, decidieron hace siglos que todo término femenino que comienza con /á/ o /há/ acentuada, ha de ir precedido del artículo el –abreviación de ela, antiguo artículo femenino-. Pongamos en plural las palabras en cuestión y sabremos inmediatamente su género: las aguas, las almas, las algas. Todas, salvo arte, ambigua, son femeninas siempre.
Aunque previo y previamente sean palabras del mismísimo origen, cumplen distintos oficios en la oración. Previo es adjetivo que califica al nombre, no al verbo. Previamente es adverbio, término que modifica al verbo, no al nombre. No cometa el error, frecuentísimo en nuestra prensa, de emplear previo a con el sentido adverbial de antes de. No digamos: Previo a trabajar, visita el lugar. Ni previo a salir, me tomo un café. Los siguientes ejemplos son correctos: El médico atiende previa cita, lo llamaré previamente. Para no perderte, visita previamente el lugar al que irás. El día previo a su matrimonio, todo era alegría. La reunión previa tendrá lugar a las cinco. Previamente, ella preparará café. Me dijo que saldría, llamará previamente. María salió, porque previamente tuvo el permiso de su padre. Y no diga ni escriba, Previo a que su padre le autorice, María salió.
De Vargas Llosa, cuyos últimos libros no convencen, esta maravilla, publicada en su columna “Piedra de toque”, de El País, sobre los horrores del EI: “El entorno social en que nacieron y crecieron sería el mayor responsable del furor nihilista que los volvió depredadores humanos antes que una convicción religiosa”. Debió haber empezado por el fin: “Antes que una convicción religiosa, el entorno social en que nacieron sería el mayor responsable…”, etc.
Y este primor criollo: “Las allullas que produce el matrimonio Bedón Salazar se venden en Tungurahua, Pichincha […] e, incluso, en EEUU, donde viven migrantes latacungueños que arreglan el traslado del bocadillo con sus familiares”. ¡Si las hallullas se trasladan junto con los familiares de los migrantes, saldrán carísimas! Pero “Alguna vez, incluso el buen Homero dormitaba”.