El Gobierno acaba de anunciar que va a controlar los precios de 46 productos. El que un Gobierno de izquierda quiera controlar precios no es nada nuevo, lo extraño es el momento que se escogió para introducir estas medidas.
Los controles de precios son dañinos para la economía pues desincentivan la producción y hay una ley que hasta ahora no ha podido ser violada ni por los gobiernos más populistas del mundo: la “ley de la oferta” que dice que cuando los precios son bajos, la producción también es baja.
Por lo tanto, si se llega a obligar a los productores a bajar sus precios o a mantenerlos por debajo de los niveles internacionales, lo más probable es que se genere escasez justamente en los productos controlados. Es más, hasta podría haber escasez en lo controlado y abundancia en el resto (si se controla el precio de la leche, faltará leche, pero abundarán el yogur y el queso).
Parece que en el Gobierno todavía hay una cierta confusión sobre la aplicación del decreto y no se conocen detalles, pero de cualquier modo queda la pregunta de por qué, precisamente hoy, se quiere controlar precios.
Los datos de inflación en el Ecuador no muestran un disparo de los precios y, menos aún, de los precios de alimentos. La inflación anual, si bien está más alta que en los EE.UU., está bajando. A enero del 2012 se encontraba en 5,3%, mientras que a enero de este año se ubicó en 4,1%. La inflación específica de alimentos cayó exactamente un punto porcentual en el mismo período para ubicarse en 5,1% en enero 2013. Por ahí, nada indica que habrá un disparo de precios.
En el mundo los precios de los alimentos están altos, pero bajando. Precios claves en el mercado internacional como trigo, maíz y soya están mucho más altos que en el 2005, pero vienen cayendo unos seis meses. Y el alto precio del trigo en el año pasado se debió a algo pasajero (una fuerte sequía en los EE.UU.) y no a un problema estructural. Por lo tanto, el mundo no parecería presentar una amenaza para la estabilidad de los precios de los alimentos.
¿Por qué, entonces, decidieron poner esas medidas en un momento en que no son necesarias y cuando no hay elecciones a la vista? Se puede proponer un par de hipótesis.
La primera es que se trata de simple inercia. En la visión del Gobie rno “controlar más es siempre bueno”, por lo que la medida cuadraría con los múltiples controles ya implementados (tasas de interés, salida de divisas, etc.).
La segunda hipótesis sería que se prepara algún tipo de ajuste económico que podría disparar la inflación (por ejemplo, una reducción del subsidio a los combustibles) y se quiere reducir la impopularidad de la medida mediante un control de precios que intente frenar el aumento generalizado de otros precios. Ojalá la primera hipótesis sea la correcta.