Las siguientes frases, por lo que más adelante expresaré, no configuran el delito de injurias, por lo tanto, quien las dijo está libre de todo tipo de responsabilidad. Si se trata del Presidente de la República, con mayor razón ya que es propietario de todos los poderes del Estado, porque solo él ha “ganado una elección popular”. Solo él tiene “el respaldo del pueblo ecuatoriano”. La vida y destino de sus súbditos le pertenece por haber ganado elecciones (Picasso, Neruda, Dalí, Einstein, Mistral, Manuela, jamás triunfaron en una lid electoral, y tienen más legitimidad y trascendencia que el economista Correa). Si a usted no le gusta leer frases que le generen angustia y lesiones de espíritu, no continúe leyendo este artículo.
En la demanda propuesta por el Mandatario en contra de los autores del libro ‘El Gran Hermano’, se lee: “Solo en las mentes perversas llenas de odio y maldad de quienes nunca han ganado una elección popular ni tienen el respaldo del pueblo ecuatoriano, se pueden forjar esta clase de ideas… que reiteran que son paniaguados de la oligarquía corrupta”. El autor de estas frases, llenas de “amor”, dice: “… de forma maliciosa, delincuencial y temeraria, se relata la supuesta pasión de la familia Correa-Delgado”. Más adelante califica de “malintencionados escritores”, y también habla de la “perversidad de las mentes de los pseudos escritores”. Los cataloga como “testaferros de la partidocracia”. Sus “pensamientos (están) llenos de odio y maldad”.
Los autores aludidos no pueden iniciarle al Presidente una acción por injurias, porque el artículo 500 del Código Penal ordena que los escritos y discursos pronunciados ante los jueces o tribunales no darán lugar a la acción de injuria “cuando las imputaciones se hubieren hecho en fuerza de la defensa de la causa”.
La jueza en su sentencia no señala en qué parte de la obra está la difamación, pero igual condena a sus autores. El presidente Correa dice que el libro le ha afectado porque “ha sentido la angustia y ansiedad por todos los agravios provocados por los demandados”. No creo que haya tenido afectación, porque no lloró como lo hizo cuando cursó la universidad en Ecuador. Además, ha continuado con su política de ataque a los autores, a quienes, en cadenas sabatinas, los llamó“enfermos”, “payasitos”, “cucarachitas”, “a estos gusanitos hay que impedirles que se conviertan en mariposas”. ¿Acaso esto no es injuria? En materia penal existe la llamada “compensación de injurias”, figura por la cual “cuando las injurias fueren recíprocas… ninguna de las personas ofendidas podrá intentar acción”.
En el supuesto de que hubiere sido injuriosa la publicación del libro indicado, ya se dio la compensación de injurias, por lo que no hay lesión de espíritu en Correa.