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Aunque buena parte de lo que ahora está sufriendo el Ecuador en términos de inseguridad se debe a lo que hizo o dejó de hacer el Gobierno de Rafael Correa y también a la evolución que ha tenido el proceso de paz en Colombia, Lenín Moreno debe actuar de manera inmediata y decidida para abordar el complejo problema de la frontera norte.
El tiempo de críticas o lamentos en ese sentido terminó. No podemos cargar toda la responsabilidad al anterior gobierno o decir solamente que Colombia no está haciendo bien su trabajo cuando constatamos un incremento importante de los cultivos de coca o la existencia de zonas controladas por grupos insurgentes y criminales. Ahora le toca al gobierno ecuatoriano asumir con entereza y profesionalismo las arremetidas del narcoterrorismo.
Pese a la confianza que muchos ecuatorianos han depositado en el presidente Moreno, comienza a notarse serias falencias dentro de su equipo de trabajo. Específicamente en los ministerios del Interior, Defensa y Relaciones Exteriores.
No basta, como ha dicho el Presidente de la República, “en saber reconocer sus errores” o “estar unidos”. El problema es que en el caso de la inseguridad y de lo que ahora ocurre en la frontera norte cualquier error lleva a la pérdida de preciadas vidas humanas. Ayer se conoció de un nuevo secuestro perpetrado por el grupo de “alias Guacho”.
A medida que pasan los días, crece en el Ecuador la percepción de que la crisis fronteriza y el proceso de rescate del equipo periodístico de EL COMERCIO no fue bien manejado de parte del gobierno.
Los familiares de las víctimas han pedido al presidente que se conforme una Comisión. Para los que damos seguimiento a los temas de seguridad, no solo se aprecia en los ministros serias contradicciones sino mucha improvisación.
Es importante también que, dala la situación en que vivimos, se fortalezcan los lazos de cooperación en el campo operacional, táctico, de inteligencia y contrainteligencia, etc., con Colombia y los Estados Unidos.
No hay que inventar el agua tibia. Hay iniciativas que han sido probadas para estos casos. Pero para esto también se requiere de ministros que conozcan de la materia pero, sobre todo, que tengan una visión menos ideologizada y sesgada de las cosas.
El hecho de que el gobierno de Moreno no cuente con el personal idóneo aumenta la vulnerabilidad de la nación. De ahí que sea urgente una renovación.