El 17 de diciembre en Cuba se celebra el día de San Lázaro. Fue un misionero católico que es venerado desde los tiempos de la Colonia, pero también identificado por los africanos de origen yoruba como Babalú Ayé. Esta fecha adquirió en este año una significación política mundial al coincidir con la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas por parte de Estados Unidos de América y la República de Cuba.
La noticia del acontecimiento prendió la emoción en múltiples latitudes del planeta donde, incluso, se la llegó a comparar con el derrumbe del Muro de Berlín. Se trataba de un rezago de la Guerra Fría que perjudicaba sin ninguna compensación a los dos países.
A Cuba en el ámbito social y económico por el bloque a los flujos tecnológicos, productivos y financieros; a EE.UU. por la pérdida geopolítica sobre América Latina dando paso a todo tipo de ensayos bajo la marca de ser “antiimperialistas”; máxime, cuando nuevas potencias económicas emergían en el escenario mundial sin ninguna restricción para ingresar en países amigos o solidarios con la Isla.
Los antecedentes de las negociaciones y la relación con fenómenos de la política y la economía mundial obligan a un cuidadoso seguimiento. En un primer plano deben destacarse hechos concomitantes como el considerable descenso del precio del petróleo cuyos niveles desconectaron la estratégica relación de suministros de petróleo barato por parte de Venezuela; luego, hay que añadir la crisis de la economía de Rusia producida por los precios del crudo y las sanciones generadas por la crisis de Ucrania; los efectos diplomáticos de la participación del Vaticano, Canadá y también el papel que debe haber jugado Colombia cuando La Habana fue la sede de las conversaciones entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC. Al margen de otras lucubraciones no hay que olvidar que días antes se había realizado en la capital cubana una reunión de la Alianza Bolivariana. ¿Habrá anticipado el Gobierno cubano el giro geopolítico que se avecinaba?
Un aspecto importante para seguir la evolución es el diferente destino de los ámbitos político y jurídico, principalmente en EE.UU. En el primer caso ya se dio la difícil decisión y es irreversible; más aún, cuando cuenta con un respaldo apoyo mundial como pocas veces se ha visto. Solo quedan como contrarios los refugiados cubanos en Florida y los republicanos que parecen descendientes directos de los Neandertales que en su turno, perdieron el paso de la evolución.
Esta situación podría significar el principio del fin del neopopulismo. En su contra hay tres efectos: a.- El cambio en el mercado mundial que disminuyó drásticamente los precios de productos de exportación; b.- Una paulatina disminución del liderazgo revolucionario castrista y c.- La estrategia de Barack Obama de considerar que solo un mercado libre abre las puertas a la democracia.