Uno de los golpes mayores contra el independentismo catalán, propinado desde la prensa, no lo han dado los sesudos análisis editoriales, las tribunas sobre la ‘historia’ de Cataluña, sino Charlie Hebdo, la revista que sostuvo su libertad hasta el asesinato de doce de sus grandes y menos grandes humoristas, que le asesta un derechazo de película. Charlie Hebdo y el humor, que cuanto más humano es más serio, no engaña ni se burla: se juega la mismísima vida.
¿Es posible hacer humor sin burlarse? ¡Ya lo creo!: el humor penetra en los intersticios de las intenciones humanas y exprime en ellos aquello que la ‘prudencia’ oculta. La burla engaña. El humor revela.
Logré leer una parte del editorial “¡¿La estupidez o la muerte?!” de ChHeb. (Riss puntúa el título de su artículo con signos de interrogación y exclamación: así, pregunta y se sorprende.
Pregunta, porque mira con humor la ‘historia’ que sucede y, a la vez, se extraña así, de la estupidez que la posibilidad de esa pregunta supone: “El referendo organizado en Cataluña para su independencia hace temblar a Europa. Si todas las regiones de Europa que poseen una lengua, una historia, una cultura original comienzan a reclamar su independencia, el viejo continente se partirá rápidamente en pedazos, como las placas de hielo bajo el calentamiento climático. Existen 200 idiomas en Europa…”.
Podemos prever las consecuencias de este torpe desvarío de un grupo de obsesivos dirigentes que no tuvieron respuesta oportuna y que, al calor de la violencia ejercida desde el Gobierno español para impedir el falaz referendo en el que entraron, hallaron el pretexto perfecto para victimizarse, compararse con Kosovo y hacerse compadecer de izquierdas y derechas que se van pareciendo tanto, que es imposible distinguirlas…
Busco el artículo completo en Internet y aparece este anuncio: “le queda por leer el noventa por ciento de este artículo; [cómprelo] por, 0.5 euros. No sé cómo comprarlo, mas en el milagro de la red lo encuentro entero; van sus nociones esenciales:
“… ¿por qué no proclamar tantas declaraciones de independencia como quesos y vinos hay en el continente?
… La independencia, sí, pero ¿respecto a qué? ¿De qué destino trágico quieren hoy liberarse los catalanes?…, Franco ya no está, hay que buscarse otro tirano al que derribar. Será el Estado español y la peor dictadura jamás conocida en el mundo: la Unión Europea con sede en Bruselas.
¿Por qué las palabras “identidad” o “cultura” suenan bien cuando las pronuncia la izquierda, pero se convierten en infames cuando son la derecha y la extrema derecha las que las pronuncian? … La lengua, la cultura, las tradiciones están bien para las postales, pero la ‘pasta’ está mucho mejor. …
… siempre reclaman [la independencia] las regiones más ricas. … Es como si oyéramos de nuevo la voz de la innoble Margaret Thatcher: “I want my money back”. Y yo sueño: “Make Catalonia great again!”.