Lo acontecido en el plantel réplica Aguirre Abad de Guayaquil, en relación a ilícitos de pornografía infantil, parece que no es un caso aislado –aun cuando quizás el más grave de los recientemente denunciados-, pornografía es la descripción de órganos sexuales y/o de actividad sexual, en relato, imágenes, espectáculo, u otra forma de expresión o exhibición.
Posiblemente un elevado número de los lectores algunas veces han leído o visto pornografía, pero hay –ojalá ninguno haya, porque son despreciables- los interesados en pornografía infantil.
Estamos hablando de la degeneración de quienes se excitan con desnudos de infantes de menos de 9 años, a los que se habría tomado fotos y videos desnudos, obligándolos a toqueteos y exhibiéndolos.
En abril del 2017, se logró desmontar una red de usuarios de WhatsApp de 18 países de Europa, Centroamérica y Sudamérica. “¿Quieres intercambio? Escríbeme. Me gustan niños y niñas de 1 a 9 años, tú envías primero o si no nada, absolutamente. Si quieres buen material, envía buen material. Envíame la contraseña y te envío la mía. No publiques tu contraseña en los comentarios. Disfruta” era uno de los mensajes y así otros. Se encontraron más de 360.000 fotografías y videos.
Las fotos y los videos se venden. Posiblemente –y no sólo el morbo de “inspector” y “profesores”- fue el caso del Aguirre Abad
Antes de ahora se habían publicitado casos singulares, que eran de violaciones u otras formas de abuso sexual, cual fue el caso del “profesor” Jorge Glas Viejó, por violación a una alumna de 13 años; y, el de un profesor de natación de un colegio particular de Quito, con un niño de 5 años, condenado pero prófugo, porque se le permitió salir en libertad con la obligación de comparecencia periódica y se escapó, en su entorno estuvieron personas vinculadas con el ex presidente Correa.
El Ministro Fander Falconí señala que en planteles educativos entre 2014 y 2017 hay 561 procesos por formas de abusos sexuales.
Fui educador –desde maestro de escuela hasta Rector de la Universidad de Guayaquil- de noviembre de 1961 al año 2006, posiblemente siempre hubo casos aislados de abusadores y acosadores sexuales, hoy multiplicados hasta ser posibles proveedores de pornografía infantil.
La educación no sólo debe ser de construcciones y equipos –en el Ecuador reciente con fuerte presencia de empresas constructoras y de proveedores, con importante endeudamiento de créditos chinos- sino y sobre todo debe ser de formación en conocimientos y valores. Y en esto último están las mayores fallas de la década recién pasada.
La politización en las designaciones y el miedo de muchos maestros llevaron a encubrimientos. La niñez y la juventud sufren las consecuencias.