No se columbra cuándo terminará la espiral de sanciones económicas por los motivos más diversos.
La última información, respecto a las multas, es el aumento de la cuantía debido al aumento de los nueve dólares mensuales al salario mínimo. ¡Aumento por el aumento! Plusvalía hasta del 75% para los municipios. Otra plusvalía, para el gobierno.
Las multas por infracciones de tránsito son varias: si olvidó la licencia, 37,5 dólares. El aumento desde 36,6 no es mayor, pero es antipático que sancionen hasta el olvido.
En la Ruta Viva colocan un aparato que registra el exceso de velocidad inclusive con foto del vehículo. Si excedió el límite, la multa es desde 112,5 hasta 375 dólares.
Vemos las inmensas hileras esperando turno para la matriculación. Con facilidad deducimos que “todo dejan para el último”; pero, hay una gran cantidad de conductores que no han matriculado a tiempo por falta de dinero.
Estamos en una época cuando los ingresos se diluyen como agua entre los dedos; los precios son más elevados; las necesidades, hasta las básicas, están en crisis por falta de dinero. Y no hay trabajo: los desocupados buscan ubicación y no la encuentran.
Tampoco hay información al ciudadano que pierde su tiempo acudiendo de una parte a otra, si tiene problema con su automóvil. Se llega a la oficina de la Policía y lo primero que registran es si el vehículo está libre de multas. Si las tiene, debe pagarlas. Según investigación de Gastón Vaca, en Quito circulan 468.776 carros; en Guayaquil, 530.000; en Cuenca, 84.176; y en Ambato, 42.000: un total de 1´124.952. ¿Cuántos más estarán matriculados y circularán en todo elpaís? Esto significa que hay más de un millón de conductores.
Es justificado que se castigue a quienes ocasionan accidentes, inclusive con saldo de muertos y heridos; por estado de ebriedad; por exceso de velocidad; en suma, por irresponsabilidad. Pero surge una pregunta ¿por estos ciudadanos, que no son muchos, debe volcarse el reproche y hasta el odio contra los millones de conductores en todo el Ecuador? ¿Las multas, cada vez más numerosas, se justifican para la totalidad por los hechos sangrientos de esa minoría?
Hay miles de vehículos sin matriculación. Si realizaran batidas para retenerlos, en muchos casos sería la oportunidad para que legalicen los trámites de compra venta. Pero la lluvia de leyes: Constitución de la República, Ley Orgánica de Transporte Terrestre y el actual Código Orgánico Integral Penal, constituyen un sistema por el cual, aún consiguiendo completar el trámite, exige tiempo, tiempo y más tiempo. ¿A quién le sobran horas y días para superar la tramitología?
El autor de esta nota no tiene, ni conduce vehículo. Se hace eco únicamente de lo que sucede a los ciudadanos que, por asuntos de tránsito, incurren en sanciones.