El actual régimen tributario de herencias en el Ecuador fue establecido por la Asamblea Constituyente, aprobado por el presidente Correa, al cierre de diciembre de 2007 para regir desde enero de 2008.
Ha transcurrido solo siete años y medio y se dispara una propuesta que no solo lo radicaliza, sino que, adicionalmente, lo que intenta es afectar el universo de la propiedad privada en el Ecuador.
La frase que la simboliza lo evidencia: “De no tener dinero para pagar el impuesto, que vendan parte de los bienes heredados”. ¿Quiénes? ¿Los de varios millones, que pueden obtener crédito para pagarlo? ¿O los de un millón para abajo, que no fácilmente acceden a crédito?
Pongamos en dólares corrientes del 2015, un ejemplo del impacto tributario. En una familia, padre y madre, y dos hijos menores de edad de 7 y 5 años, el patrimonio familiar es de USD 2 millones. Para nada una hiperfortuna. El padre muere en accidente. Por gananciales, la madre conserva el 50%, un millón de dólares. A cada infante, le toca medio millón de dólares.
En el régimen tributario del 2008, por ser hijos menores de edad, cero tributo. En el régimen que se propone a partir del 2015, la madre por cada infante deberá pagar USD 89 930, o sea, por los dos, USD 179 860. ¿Y qué del dolor de la muerte de su compañero? Que se trague las lágrimas y a pagar, no importa lo que le afecte a su negocio, además generador de trabajo. Mientras no se pague, no podrá haber posesión efectiva de la herencia.
El mismo ejemplo pero con dos hijos mayores de edad. Con la ley del 2008, cada hijo debería pagar USD 27 615. Con la del 2015, el pago sería de USD 101 435. Es decir, 3,67 veces.
Si la herencia es de USD 200 000, el pago sería de 3,37 veces el impuesto del 2008.
Los incrementos compárelos con la inflación del 32,41%, entre el 2008 y el 2014, y el crecimiento del 77% de la remuneración básica unificada, en el mismo tiempo. ¡Qué desproporción!
Si la herencia es de un millón, no de multimillonario, el impuesto con la tabla del 2008 sería USD 100 956,70. Con la nueva propuesta sería USD 328 975.
Se ha expresado que con el incremento de la tabla, solo estaría afectado el uno por mil de los ecuatorianos que “son los verdaderamente ricos”. Son muchísimos más los ecuatorianos que van a ser impactados.
Escuché por radio a una señora “y llegarán los que serán peores que aves de rapiña, a apropiarse de bienes y de compañías, nuevos ricos – inversionistas, quizás bajo el paraguas de empresas extranjeras, para lavar dinero de origen en la corrupción o en otras formas de delito”.
Solo el que creyó que declarando honestamente su patrimonio no tendría problemas, será el castigado.
¿Habrá sensibilidad para corregir lo que se está proponiendo?
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