Cuando se escucha la grabación emocionada del célebre locutor deportivo que dice: … ‘hemos tenido que esperar toda una vida…’ en alusión a la primera clasificación del combinado nacional al mundial encoge el alma.
Era ‘Pancho Moreno’ y lo que decía era toda la verdad. Su Verdad. Su sentimiento.
Si algo caracterizó a Alfonso Laso Bermeo en su vida fue la pasión. Y hablo de Alfonso Laso y ‘Pancho Moreno’ porque siendo dos nombres distintos son uno solo.
Cuando la pasión por el deporte le pudo a los estudios universitarios surgió el seudónimo. ‘Pancho Moreno’ narraba partidos desde el estadio de ‘El Arbolito’ y su madre esperaba en casa a Alfonso Laso. Así pudo ocultar durante un tiempo su pasión que luego transformó en su forma de vida.
Alfonso Laso fue vicealcalde de Quito. Casi 20 años de servicio como concejal le distinguieron durante las administraciones de los alcaldes Sixto Durán Ballén, Rodrigo Paz, Jamil Mahuad y Roque Sevilla. Combinaba esa pasión por Quito con su actividad periodística. Entre las muchas funciones en el campo de los medios su paso por Diario EL COMERCIO dejó huella, lo mismo al frente de Últimas Noticias y Radio Quito. Toda una vida… , en sus palabras.
Cuando en la madrugada del sábado esa vida larga y fecunda se extinguía dejaba una llama encendida. Su familia da testimonio de esa otra pasión que es el amor por los seres queridos, la pasión por el trabajo, la empresa que da frutos, no sin esfuerzos y su sueño hecho realidad: radio La Red.
Antes, fue seleccionado y campeón de ping pong y representó al país en un mundial en Rumanía. Abrió espacio en los periódicos y las radios a múltiples disciplinas deportivas. El baloncesto y el tenis – deporte que practicaba – tuvieron cabida en las señales radiofónicas. En su torno formó a decenas de periodistas de los más destacados que luego fueron con su voces a poblar el espectro radial. Con Carlos Efraín Machado, entre los desaparecidos compitieron dura y lealmente. Sus hijos Roberto Omar y Alfonso forman equipo en la TV.
Luego de haberle conocido en la niñez y seguirle en sus relatos radiales con su particular estilo tuve la suerte de cruzarme en 1980 en los pasillos del recordado Canal 8, hoy Ecuavisa. Era un domingo y preparaba Ronda Deportiva, que se emitía a las cinco de la tarde. Allí me confesó esa otra pasión de su vida: los toros. Era infaltable en la Feria, fue Presidente de la Comisión Taurina y gerente de la Plaza Quito con Manolo Cadena. Hace 36 años, por estas fechas, me llamó y me llevó a Radio Quito con su generosidad para fundar el programa Torerías, dedicado a la tauromaquia. Luego apoyó la apertura de EL COMERCIO para caminar hacia la dirección de noticias de la radio.
Sus funerales del fin de semana, una explosión de recuerdos y nostalgias, fueron el homenaje a una larga amistad y respeto a su trayectoria de hombre de la radio, el fútbol, el tango y los toros. La voz única de Margarita Laso extrajo de su amor coraje para cantarle pasillos y tangos, como Requiem.