En el Museo Otavalango hay varios instructores para las artes y oficios que han heredado de sus ancestros. Foto: cortesía.
Aprender a tejer en telares, elaborar collares y manillas y conocer la gastronomía andina. Eso ofrece el Museo Viviente Otavalango, en Imbabura, que desde hoy (8 de enero del 2018) abre los talleres de artes y oficios.
Según Luzmila Zambrano, coordinadora del proyecto cultural, son actividades propias de las comunidades kichwas Otavalo, que están en riesgo de perderse. Sin embargo, ahora se rescata y difunde a jóvenes indígenas, mestizos y extranjeros.
El Museo Otavalango, que lleva 8 años, tiene colaboradores que conocen diferentes oficios. René Zambrano, guía nativo y uno de los socios del Museo, conoce las técnicas del telar de cintura, denominado callua, que era utilizado por los pueblos nativos antes de la llegada de los europeos.
También hay maestras que dominan los bordados con hilos multicolores sobre lienzos blancos, para elaborar ropa, mantelería y toallas.
La bisutería es una práctica muy arraigada en las parcialidades indígenas. Todas las mujeres walcas (collares, en español) y pulseras.
Un capítulo aparte es la elaboración de comidas tradicionales kichwas, como el uchu jaku (sopa picante), que es preparada con harinas de siete granos andinos.
Los talleres inician desde hoy. Cuestan USD 50 y duran un mes. También hay una opción para que los estudiantes interesados puedan convivir en el sitio.
El Museo funciona en las antiguas instalaciones de la Fábrica San Pedro, en Otavalo.