El eterno optimista Emmet se enfrenta a otro desafío que lo llevará a nuevos mundos en la secuela de la saga animada. Foto: IMDb
La primera ‘Lego Movie’ aterrizó hace cinco años en la pantalla grande, como una ingeniosa y fresca pieza de entretenimiento, cuya calidad y ovaciones impulsaron su nominación primero a los Globos de Oro y después a los Premios Oscar. La anticipada secuela llega por fin a la cartelera, con una receta que repite ingredientes de calidad, pero que ya no impresionan tanto como la primera vez.
Mike Mitchell es el director al que le toca reacomodar las piezas, en reemplazo de Phil Lord y Christopher Miller, que esta vez solo se encargaron del guion.
La historia empieza cinco años después de que Emmet ha surgido como el inesperado héroe de la atípica metrópoli de Ladriburgo, que intenta recuperarse del devastador ataque de Lord Business.
La ciudad se enfrenta ahora a los invasores de Lego Duplo y a la batalla por derrotarlos. El objetivo es restaurar la armonía de Ladriburgo y llevará al eternamente optimista Emmet, a Lucy, a Batman y a sus amigos a mundos lejanos e inexplorados, incluyendo una galaxia llena de planetas fantásticos, personajes extraños y nuevas canciones de ritmos pegajosos.
Lo que en la escala del universo Lego se vive como una épica batalla entre dos mundos distantes y completamente distintos, bajo la óptica del mundo ‘real’ puede reducirse a una trivial riña familiar y a la mezcla entre animación y acción que vuelve a funcionar.
A partir de esa analogía, esta nueva aventura funciona como espejo de las relaciones sociales y metáfora de la convivencia familiar. Las alternativas de solución que se buscan para los conflictos en el plano imaginario y simbólico, en la película incluyen formas, colores y sonidos extravagantes, como ingredientes de una trama que entretiene con un estilo desenfadado, heredado -y reciclado- de la primera entrega.
Como novedad, ‘Lego Movie 2’ expande sus fronteras para incorporar una nueva generación de legos, que se refleja en la presencia de nuevos personajes, de formas más simples y colores más estridentes, que refuerzan la presencia femenina.
Los protagonistas realizan un doble viaje. Por un lado, se embarcan en una aventura que comprende una serie de viajes intergalácticos, persecuciones a altas velocidades y batallas sin cuartel. Por otro, viven un viaje interior, lleno de experiencias que se sedimentan en una moraleja que tiene que ver con la creatividad y el trabajo en equipo.
El ingenio y la irreverencia de la primera película pierde impulso con la reiteración de referencias a productos y personajes de la cultura popular.
El público adulto podrá divertirse buscando las conexiones a ‘Mad Max’, ‘Stargate’, ‘Volver al futuro’, ‘Jurassic Park’, ‘El Mago de Oz’ y más. Los más pequeños tendrán frente a sus ojos una aventura que no responde a otra lógica más que a la de la imaginación. La cinta pierde ritmo y frescura respecto de la primera, pero no dejará de ser un entretenimiento familiar.