La franquicia de Winnie Pooh regresa con una película que apela a la amistad y al paso de tiempo. Foto: Outnow.ch.
Sumergirse en el universo de Winnie Pooh es dejarse llevar en un viaje nostálgico, que permite recordar personajes entrañables, que vuelven en la cinta ‘Christopher Robin’.
Pooh, Tigger, Piglet, Igor y toda la pandilla que vive en el Bosque de los 100 Acres saltan de la ilustración hacia la animación generada por computadora. Uno de los grandes aciertos de la cinta es que los convierte en personajes llenos de texturas y emociones que destacan las personalidades de cada uno.
Christopher Robin, interpretado por Ewan McGregor, ahora es el hombre del maletín, vive en Londres y ha dejado atrás los días de juego y contemplación que compartía en el bosque con sus amigos. Pooh acude en su búsqueda para resolver un misterio y el encuentro hace que Robin recuerde las cosas que consideraba importantes y que hoy ha perdido y están afectando hasta su relación con su esposa y con su hija Madeline.
La película tiene claras reminiscencias con ‘El Capitán Garfio’, protagonizada por Robin Williams en 1991, en donde olvida que alguna vez fue Peter Pan. Ambas historias toman a la infancia y a la imaginación como parte de un pasado bloqueado, que vuelve para recomponer el camino que se ha tomado.
Pooh, Tigger, Piglet, Igor y toda la pandilla que vive en el Bosque de los 100 Acres saltan de la ilustración hacia la animación generada por computadora. Foto: Outnow.ch
El director Marc Forster retrata fielmente el Bosque de los 100 Acres, tal como las ilustraciones de E.H. Shepard que aparecía en los libros de A. A. Milne. Forster reconstruye escenas como con Pooh y Robin frente al muelle conversando sobre los beneficios de no hacer nada y recaptura la reunión de despedida a Christopher Robin de niño.
Forster se apoya en la dirección de fotografía de Matthias Koenigswieser para mantener la esencia de las ilustraciones en escenarios pintorescos, llenos de prados ingleses sobre los que recae una sutil luz solar, dejando una sensación de calidez en el espectador.
Si bien la relación de Robin y Pooh -como un ejemplo de vida sencilla- es la que lleva la historia, personajes como Igor y Tigger se roban pantalla. La personalidad lúgubre de Igor termina en una ironía constante que hace reír a la audiencia. Mientras que las travesuras inocentes de Tigger cargan de emoción y dan giros a la trama.
En un mundo acelerado, Pooh recuerda a su audiencia la importancia de detenerse, contemplar y no hacer nada.
Video: YouTube, cuenta: Disney Studios LA