El presidente de la Confeniae, Marlon Vargas, participó en la Yandachina llevando los maderos para la fiesta. Foto: cortesía Confeniae
La nacionalidad Kichwa de Pastaza prepara la fiesta del Niño Jista. La celebración se realizará en el coliseo de la comunidad Unión Base, ubicada al sur de Pastaza, del 21 al 23 de diciembre.
Cuatro dirigentes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía (Confeniae) y de la comunidad kichwa fueron elegidos como los priostes de la festividad.
“Es un momento de unidad en el que se superan las divisiones, los problemas y todos trabajan en minga por una causa en común”, aseguró Marlon Vargas, el presidente de la Confeniae. Agregó que la alegría, el festejo, el sonar de los tambores amazónicos, la chicha y la responsabilidad de organizar uno de los grandes festejos kichwas facilitará esa unión en la nacionalidad.
La primera actividad que realizaron los priostes fue la celebración de la Yandachina o fiesta de la leña. Los hombres, mujeres y niños de la comunidad de Unión Base fueron los encargados las pequeñas ramas y troncos de los árboles.
Vecinos, familiares y amigos de los priostes llevaron la leña al coliseo, al ritmo del tambor. Una parte de los maderos recolectados fueron utilizados para elaborar las cerámicas o cuencos. En los recipientes pequeños se sirvió la chicha y la comida ancestral.
Mientras que en los cuencos grandes se guardó la chicha y los alimentados preparados para los días que dure la celebración de la Yandachina. Al finalizar la fiesta se despidió a un grupo de jóvenes cazadores que se internaban en la espesa vegetación selvática.
Los chicos, junto con varios adultos, partieron al interior de la selva en busca de alimentos o animales. Antes, los cazadores recolectaban hasta 240 libras de pescado, aves, sajinos, monos, guantas y guatusas. En las largas y extenuantes caminatas los visitantes debían descifrar los mensajes, secretos y revitalizar las energías protectoras.
“Acorde con la conservación de la madre naturaleza ya no matamos a nuestros animales que viven en la selva. La despedida es simbólica y ahí recordamos esta tradición. Los chicos solo se internan para revitalizar las energías”, aseguró la prioste, Teresita Illanes.
Dos días antes de la gran celebración del Niño Jista están programadas varias actividades. Entre las que constan el recibimiento de las delegaciones de otras comunidades kichwas, la decoración con flores a la iglesia, preparación de los alimentos y de candidatos para los nuevos priostes.
Andrés Tapia, comunicador de la Confeniae, indicó que los asistentes podrán pintar sus rostros con el wituk. Además de tomarse fotografías con las vestimentas tradicionales, coronas de plumas multicolores y piel de los animales cazados por sus antepasados. “Los priostes están planificando juegos ancestrales y otros eventos”, aseguró Tapia.