Marcel Hirscher, de Austria, en acción durante el eslalon de esquí en Italia. Foto: AFP
Como su regalo de Navidad calificó el austríaco Marcel Hirscher, estrella del esquí alpino, el hecho que el pasado martes por la tarde estuvo muy cerca de recibir el impacto, en su cabeza, de un dron utilizado para difundir imágenes del eslalon de Madonna di Campiglio, en Italia.
La Federación Internacional de Esquí (FIS) abrió una investigación sobre este accidente sin precedentes: era la primera vez que se utilizaba un dron en una prueba de la Copa del Mundo de esquí alpino, con el objetivo de tomar imágenes desde ángulos inéditos por parte de la empresa Infront Sport & Media, propietaria de los derechos de retransmisión de la prueba. Pero en lugar de ello pudo haberse producido un drama.
Según esta firma, el informe encargado sobre lo ocurrido apunta a un “ disfuncionamiento ” del dron. “ La razón más plausible fueron unas fuertes interferencias que condujeron a una operatividad limitada del aparato ” .
La empresa precisó que decidió junto con la Federación Internacional de Esquí (FIS) no utilizar más estos aparatos hasta que sean seguros al ciento por ciento.
Las imágenes son impactantes: el aparato a motor se desintegra al caer sobre la pista pocas centésimas de segundo después del paso del campeón austríaco, penúltimo participante en realizar la bajada en la segunda manga.
“Tráfico aéreo intenso en Italia, afortunado de haber escapado al accidente con el dron”, escribió con tono humorístico el esquiador en su cuenta de la red social Instagram.
“Es mi regalo de Navidad. No me lesioné y tuve suerte”, dijo sonriendo ante los periodistas el esquiador austríaco, antes de añadir: “No podría ni imaginarlo, es increíble, es una vergüenza”, ya consciente del riesgo que había corrido.
La concentración en la carrera impidió a Hirscher comprender en tiempo real lo que pasó a su espalda. “Sólo escuché un ruido, pensé que un operario de la pista se habría caído”, señaló.
Video de YouTube. Canal: Footy live
Vista la dimensión de la catástrofe que pudo haberse producido, suena poco acertado el comunicado emitido por los organizadores el sábado ensalzando la “novedad histórica”, del uso del aparato a motor.
Cerca de 15 000 personas presenciaron en directo la prueba, una de las clásicas del eslalon.
Los drones, que permiten la grabación de imágenes únicas, son ya parte del material de grabación de las cadenas de televisión, pese a que su uso está reglado con numerosos límites legales, sin que haya un acuerdo entre países.
El accidente de Madonna di Campiglio se produjo porque en Italia está permitido el uso de drones sobre multitudes de personas. Lo que no está autorizado en Suiza o Francia, potencias del esquí alpino que albergan varias pruebas de la Copa del Mundo.
“Drones = buena idea. Volar sobre la gente = mala idea”; tuiteó el esquiador estadounidense Steven Nyman.