Beder Caicedo, en el centro, marcó el último gol de Independiente del Valle, en la goleada 5-0 sobre Flamengo. Foto: AFP
Independiente del Valle se convirtió en la sensación de las redes sociales, tras aplastar por 5-0 al Flamengo, actual campeón de la Copa Libertadores 2020, por 5-0, la noche del 17 de septiembre. La goleada generó elogios a nivel internacional, respecto del juego y estructura del cuadro de Sangolquí.
Los ‘Rayados’ tienen, hasta el momento, un rendimiento perfecto en la Libertadores. Ganaron sus tres partidos, en los que anotaron 11 goles y no recibieron ninguno; son líderes del Grupo A, con nueve puntos. Estas son algunas claves de su éxito:
1.- Una idea de juego instalada. Hay muchas formas de ganar, pero a Independiente le gusta vencer atacando y posicionándose en el campo del rival con muchos jugadores. Lo hacía desde antes de la llegada de Miguel Ángel Ramírez al primer equipo. En las distintas categorías formativas, los jugadores asimilan los conceptos del Juego de Posición, que consiste en ir superando las líneas adversarias a través de una sucesión de toques y la aparición de un tercer futbolista en las combinaciones para generar superioridades numéricas.
Independiente prefiere un esquema 4-3-3, en donde el golero actúa como líbero, bien alejado de su arco, en la construcción de juego. Esos conceptos se transmiten desde las divisiones juveniles y cuando el futbolista llega a Primera ya tiene claro cómo jugar, cómo moverse, cómo resolver las situaciones del partido.
2.- Un equipo que mantiene la base del campeón de la Copa. Tras ganar la Copa Sudamericana, el 9 de noviembre del 2019, la dirigencia apuntaló al crecimiento internacional del equipo y a mantener la base de futbolistas campeones. No querían repetir la experiencia de la final del 2016, después de la cual salieron la mayoría de futbolistas.
Esta vez, Independiente solo perdió a cuatro jugadores: el capitán Fernando León, quien terminó su contrato y se fue el Atlético San Luis; el defensa joven Leonardo Realpe, con poco rodaje en el primer equipo, quien se fue al Bragantino brasileño; el mediocampista Alan Franco, vendido al Atlético Mineiro y otro joven defensa, Piero Hincapié, quien fue negociado al Talleres argentino. Las salidas no afectaron la estructura: el equipo sigue girando entorno a Christian Pellerano, el corazón del equipo y mantiene su amplitud en ataque con los extremos Jacob Murillo y Fernando Guerrero y los laterales Béder Caicedo y Ángelo Preciado. Los cuatro realizan continuas permutas en las zonas de ataque.
3.- El efecto Ramírez. Miguel Ángel Ramírez es clave en la construcción del buen momento del equipo. El ‘Míster’ radicalizó la propuesta del Juego de Posición, que el equipo ya dominaba. En lo cotidiano, se ganó la confianza de los jugadores experimentados (Christian Pellerano es tres años mayor que él) en base a sus conocimientos y su gran olfato para encontrar la mejor estrategia y vencer a los rivales.
El entrenador también tiene buena llegada con los juveniles, que no solo lo consideran un entrenador, “también es nuestro amigo”, sostiene el extremo Darlin Leiton. El entrenador, además de sus conocimientos tácticos, sabe de programacion neurolinguísitica: continuamente realiza dinámicas y mantiene la moral del grupo elevado. Su perfil comienza a elevarse. Flamengo quiso llevárselo durante la pandemia.
4.- Un equipo contundente . Independiente realizó 26 remates directos al arco en sus tres partidos. De ellos, 11 terminaron en gol. Venció a Barcelona en Guayaquil (3-0) y a Junior en Quito (3-0), en marzo, antes de la pandemia. Luego de la paralización, la máquina siguió aceitada: el pasado jueves goleó 5-0 a Flamengo mostrándose insaciable. Gabriel Torres está imparable: lleva dos goles en la Copa y 12 en el torneo local. Independiente ya busca retenerlo para el próximo año.
5.- El cambio de cancha. El cuerpo técnico no estaba cómodo con el césped del estadio Atahualpa, en donde Independiente jugó de local en las últimas temporadas en los torneos internacionales. Por ello, ante Flamengo jugaron en el Rodrigo Paz, en donde el gramado es más bajo y con un buen sistema de riego. La cancha es más rápida y ello facilita el juego al ras que propone a Independiente. Son detalles pequeños pero que marcan diferencias. Ramírez se mostró satisfecho por el estado de la cancha y cómo esta ayudó a que Independiente desarrollase su juego.